DIFICULTAD: MEDIA.
TIEMPO: 7,30 HORAS.
Esta jornada tuvo dos partes bien diferenciadas una de la otra mas o menos a mitad de etapa.
En la primera fue todo en descenso desde el Alto do Poio hasta Triacastela, a partir de aquí, una fuerte subida a San Xil continuado con un falso llano hasta Sarria.
Por el carril se cubre la distancia de 3,5 kilómetros hasta Fonfría, pequeña aldea perteneciente al Concello de Pedrafita do Cebreiro en la que pasa el camino por su calle principal.
En este recorrido, a una distancia de 2,4 km. de Fonfría se encuentra la parroquia de O Biduedo que forma parte del Concello de Triacastela.
El descenso se hace ahora mas pronunciado en una pista mas ancha con un firme muy irregular de roca sujeta al terreno. las vistas desde aquí eran impresionantes pues se divisaba un amplio valle cubierto de brumas que impedían ver la población de Triacastela, en el fondo de este.
Se llega así a la aldea de Filloval, que se cruza enseguida para continuar por un tramo del camino muy bonito cubierto de arboleda. Allí coincidí de nuevo con mis amigos José y Belén, la parejita de El Ferrol, y en su agradable compañía seguí restando distancias a esta jornada.
Pasantes es una larga aldea a la que se llega en una distancia de 1,5 km. desde Filloval, hay que atravesarla en toda su longitud.
1,3 km. mas adelante se sucede la diminuta aldea de Ramil cuyo reclamo turístico, un majestuoso y octocentenario castaño recibe a los viajeros a su entrada. .
Quise sellar la credencial en el albergue de la Xunta que se encontraba en un descampado a la entrada del pueblo pero estaba cerrado, un cartel en la puerta indicaba que abría a las 13:00 horas, eran las 10:30h.
José y Belén decidieron dirigirse hacia Samos por lo del monasterio, y yo por San Xil para ahorrarme casi 6,5 kilómetros de caminata.

De tal modo que volvimos a despedirnos con el deseo de volver a encontrarnos en el camino, como así ocurrió.
Arrieros sémos y en el camino nos encontraremos.
Este fue el primero que me sorprendió, pero el tema de los cementerios en Galicia fué algo que me dio que pensar y que trataré mas a fondo en un asunto aparte.
El sendero se estrechaba y quedaba hundido entre dos paredes de tierra cubiertas de vegetación.
Tras algo mas de 2 kilómetros llego a la altura de la aldea de Montán por la que tampoco paso pues esta queda a la izquierda, pero si ofrece al peregrino una maquina expendedora de bebidas al borde del camino junto a un merendero.
Aquí, en un cercado de vacas, me entretuve un poco haciendo "el chorra" con ellas, hasta que vino el pastor para sacarlas al campo, antes le pedí que me hiciese una foto con sus animales.
Sarria es un núcleo urbano bastante grande y con todo tipo de servicios y comercios. Después de alojarme en su albergue y descansar un rato, salí a dar una vuelta por el pueblo y hacer unas compras. Aproveché también el servicio de lavandería que ofrecía el albergue para "adecentar" un poco mi vestuario, que buena falta tenía.
Aún quedaba mucho camino por delante, pero infinitamente menos del que había dejado atrás.
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