domingo, 14 de diciembre de 2014

ETAPA 4: POLA DE ALLANDE - PUERTO DEL PALO - GRANDAS DE SÁLIME 39,6 KM.




DIFICULTAD: MUY ELEVADA (literalmente)
TIEMPO: 13,5 HORAS

                                          "Como no sabían que era imposible, lo hicieron"
                                                                                               -Anónimo-
 

2 / 9 / 2014. Martes

Me equivoqué, lo reconozco ahora al tiempo que estoy redactando este nuevo post.
Me equivoqué al planificar y realizar estas dos etapas naturales en una sola, guiado solo por el corto kilometraje  de ambas etapas e ignorando su perfil, la complicada orografía del terreno y el desgaste físico acumulado.
Pero independientemente de mi error logístico, esta jornada fue una de las bonitas en cuanto a paisajes se refiere, sufriendo y disfrutando a partes iguales. Masoquismo en estado puro.
Comencé ese día como las anteriores jornadas, con el horario auto-impuesto de las 7 de la mañana, mis compañeras de viaje del día anterior lo iniciarían horas después.

 
Transitando por la calle principal de Pola de Allande, dejo atrás sus últimas casas y se continua por la carretera AS-14, al cabo de algo mas de un kilómetro se alcanza la barriada de El Mazo.





 Un kilómetro mas adelante unas flechas pintadas en el asfalto indican al peregrino abandonar este para continuar por un estrecho sendero junto a sucesivas huertas regadas por el río Nisón.


Es un recorrido por un carril hormigonado y delimitado por vallas de madera que transita varias "cortijadas" con pobres corrales de vacas ubicados en su planta baja.
Así se llega al desvío del albergue de Peñaseita, tras andar algo mas de 3 km.











A partir de aquí el entorno se vuelve mas boscoso, el sendero se torna mas estrecho a la vez que se va aproximando a la ribera del pequeño río que en ocasiones cruzo saltando por sus musgosas piedras o por varios puentes de madera que ayudan a salvar sus aguas.




Si bien la ruta por la variante de Hospitales resulta fascinante según opinión de algunos peregrinos con los que compartí charla por las vistas que ofrece el recorrido sobre la cresta de las montañas, el ascenso al Puerto del Palo desde Pola de Allande no merece menor consideración ya que el entorno por donde se realiza esta subida es de una belleza impactante, sobre todo en este primer tramo junto a la orilla del río y a contracorriente. La cuesta no es muy pronunciada y el caminar se vuelve aún mas placentero bajo la verde bóveda  que la  forman los numerosos madroños y acebos.
 Agradecí aquel momento de soledad absoluta que me ofrecía aquel bucólico entorno. Para mi, hombre del sur, de parajes áridos, escasos de corrientes pluviales y vegetación, aquel terreno por donde ahora circulaba fascinado, soponía la antítesis de mi tierra de origen.


Este reconfortante paseo se prolonga durante algo mas de 3 km. hasta enlazar de nuevo con la AS-14, pero que se abandona enseguida cruzándola por su margen derecho donde, ahora si, comienza una fatigosa subida por un zigzageante sendero de piedra suelta y peligrosa que atraviesa una ladera carente de masa arbolada que nos proteja del implacable sol.

Un bicigríno que me dio alcance se quedo clavado en su avance debido a lo escarpado del terreno, tuve que empujarle varios metros hasta tomar el impulso suficiente para seguir pedaleando.





Mas adelante tras superar una masa de pinos me encontré con una fuente de construcción alargada que seguramente servía como abrevadero tanto para el ganado vacuno como a los caballos asturcónes que pastaban libremente cerca del alto del puerto.









Continuo subiendo los últimos metros para, por fin, alcanzar la cima de el Puerto de El Palo con un desnivel de 620 m. desde Pola de Allande. Este también es el punto convergente con la ruta original de la variante por Hospitales.


Desde aquí las vistas eran espectaculares y me dediqué un largo rato disfrutando de ellas a la vez que me recuperaba el aliento por el esfuerzo.



"Bienaventurados los que alcanzan la cima, porque será cuesta abajo el resto del camino"

Así es, tocaba ahora bajar. Y por un sendero de tierra mullida y suelta que a pesar de eso apenas tenia huellas anteriores, lo que me hizo pensar que recientemente se había acondicionado el camino para el paso de los peregrinos.
Efectivamente, encontré la maquina retroexcavadora casi alcanzando la carretera AS-14 que solo se cruza para seguir avanzando ladera abajo, evitando la enorme curva que describe el asfalto. Volviendo a rozarse camino y carretera a la altura de la aldea de Montefurado.

Llama la atención esta aldea desde una perspectiva lejana por su situación estrategica sobre la cima del cerro que le da nombre, y mas aún me pareció  curiosa la estructura del pueblo en sí. Una única calle delimitada por muros de piedra, sus  pocas casas hechas también de piedra y pizarra y su diminuta ermita en la entrada junto a la cual aproveché para tomar un poco de alimento.
En su conjunto, esta aldea me pareció un decorado de película sobre la época medieval.

Capilla de Santiago de Montefurado
Antiguo hospital de peregrinos.



Hay que seguir adelante, y el trazado del camino corre ahora en paralelo a la carretera AS-14 en un nivel inferior durante 4 km. par llegar a la siguiente población, Texu de Lago.
Curioso corta- fuegos, se asemeja a un gigantesco
tablero de 3 en raya.
Lo primero que aparece tras una curva del camino es su cementerio y a continuación ascendiendo hacia el pueblo, paso junto a su iglesia del siglo XVIII.










 Luego ya transitando por el casco urbano, paso junto al bar- Serafín con numerosos peregrinos y bicigrínos en el, toda una invitación para hacer un alto y descansar un rato en su terraza.
Evidentemente no recuerdo todas las cervezas que he degustado en mi vida, pero aquella que tomé en este bar la recuerdo como una de las mas necesitadas y urgentes y que mejor me supo, tal era la sed que tenía. Compartí ese momento de descanso charlando con una pareja belga que realizaban el camino de Santiago en moto.

Cuando me disponía a continuar el camino con la mochila a cuestas, llegaba al bar junto con otra peregrina mi amiga y compañera de primera etapa, Sandra, me alegré de volver a verla aunque solo fuese por unos breves minutos, los justos para intercambiar experiencias, mas interesantes las de Sandra y su itinerario por la ruta de Hospitales por la que se sentía maravillada.
Las dos chicas también decidieron descansar un poco en el bar y yo reanudé la marcha. ¡Buen camino! nos despedimos.

Dos peregrinas valientes, mi amiga Sandra Fabio (a la derecha)
la de la bonita sonrisa.



Albergue de Berducejo
Nada mas dejar atrás Lago por la carretera , nace un sendero a la derecha que se interna en un frondoso bosquecillo de pinos que nos alivia momentaneamente del transito por asfalto para después volver a él y luego en alternancia por otro pinar, hasta que tras unos 4 km. llegué a Berducejo. En su albergue se encontraban ya alojados Guille y el resto de los compañeros de Sandra que me adelantaron mientras yo descansaba en Lago y que habían decidido establecer el fin de esta etapa en Berducejo.



La Mesa
Pero esta no era mi meta, por lo que cruzando el pueblo continué mi camino.
Repitiendose el trazado, se cruza primero una mancha de pinos y se accede a una carretera local y se transita por ella durante unos 3 kilómetros para alcanzar la minúscula aldea de La Mesa, a la entrada pasamos junto a su sobria iglesia se Santa María Magdalena contruida en piedra.



Iglesia de Sta. María Magdalena, siglo XVII
Albergue de La Mesa

Aunque pequeña, esta población cuenta con albergue para peregrinos, dirigiéndome hacia el para estampar su sello en mi credencial. No había nadie a su cargo y si salió a recibirme un peregrino alojado en él, se alegró mucho al verme pues se encontraba solo siendo él su único ocupante y pensando que yo también me alojaría en este lugar, pero la alegría le duró poco cuando tras sellar continué mi camino  en esa jornada. Se llamaba David ( Deivid ), era un joven  y divertido alemán con el que tuve sucesivos encuentros en distintas etapas y compartímos esporádicas caminatas.


Aquí estuvo mi error, al rechazar la invitación de David para que hiciese fin de etapa en La Mesa, en vez de eso, continué la marcha con la idea de llegar a Grandas de Sálime.
Así pues, tras abandonar La Mesa, hay que superar un pesado ascenso por carretera hasta pasar junto a la Capilla de Sta. Maria de Buspol.




 En este punto comienza un largo descenso, el embalse de Grandas se vislumbra al fondo, a lo lejos, la vegetación se va tornando,  de monte bajo bordeando el sendero a un espeso pinar sombreando una pista forestal.



Bajando al Embalse de Grandas.
Al fondo de la fotografía, se observa
una construcción circular de piedra, se le
denomina CORTINO y se usa como protección
de los asentamientos de colmenas al ataque
de los osos.


Decir también que  de La Mesa a Grandas de Sálime no hay ningún otro núcleo poblado durante los algo mas de 16 km. que separan ambas poblaciones.
La bajada me iba acercando al embalse. Cerca de este, surge a la izquierda un zigzageante sendero de tierra cubierto de hojarasca caída de los enormes castaños que lo cubren.








Mirador de la Presa hidroeléctrica
 de Grandas da Sálime
 Son los últimos metros de descenso por recorrer antes de desembocar en la carretera AS-14 en cuyo margen derecho se encuentra el mirador de la presa hidroeléctrica, a este mirador conocido como "la Ballena", se accede a través de una apertura horadada en la piedra, y su interior ciertamente se asemeja a estar dentro de las fauces de este cetáceo.

 Asomados al exterior de este mirador, se puede contemplar la enorme construcción de la presa que extrae energía eléctrica de las aguas del río Navia.



Pero el tiempo se me echaba encima y aún me restaban algo mas de 6 km. para el final de etapa.
Tras cruzar por la propia presa hasta la otra orilla y continúo caminando por el asfalto de la AS-14 durante   3,5 km. mas con el sol ya puesto frente a mi y bastante cansado en la que ya me parecía una etapa interminable.



Mi cansancio devió de ser bastante evidente cuando a la altura del km. 3 para llegar al final de etapa, dos jóvenes detuvieron su vehículo en mitad de la carretera y se ofrecieron para llevarme hasta Grandas, no lo dudé ni un instante y enseguida me acoplé en la parte trasera de su Land Rover dándoles las gracias por su muy oportuna ayuda.
Incluso en coche, el recorrido de esos tres kilómetros finales me parecieron eternos, cuanto si no mas hubiese sido a pie.

 Me dejaron en la puerta misma del albergue y bajé del coche agradeciendoselo por enésima vez.
Para colmo el albergue hallábase completo, pero la hospitalera muy amable, habilitó unos colchones en el suelo para mi y para mas rezagados que fueron llegando.
No tuve tiempo ni ganas para dar ni un paso mas para ver  el pueblo, después de una reconfortante ducha, tan solo un breve paseo por él mientras buscaba un bar donde comer algo, muy poco pues el cansancio de mi cuerpo dominaba al hambre de mi estómago.

Iglesia del Salvador, 1186
Ayto. de Grandas














Después ya metido en el saco de dormir, entoné mentalmente un "MEA CULPA", por haber ALARGADO en demasía esta etapa, por NO DOSIFICAR el esfuerzo tras el desgaste sobre todo en los primeros tramos, por DESDEÑAR todos los albergues intermedios en los que poder partir esta etapa en dos, por llegar a un punto de "no retorno" y que no me quedó mas remedio que una huida hacia delante, por ............ ZZZZZZZZZZ ........ZZZZZZZZZ........ZZZZZZZZZZZ.....







2 comentarios:

  1. Querido Guillermo, que alegría leerte para seguir tus pasos! Vivo contigo cada etapa que cuelgas, es genial la fuerza que sacaste! Pero a veces, conforme te leo me doy cuenta que a veces el cansancio, y casi la insolación no nos deja ver y disfrutar de cada detalle del camino. Lo acabo de comprobar al leer la ultima parte de la etapa de hospitales. De esos momentos solo recuerdo alguna conversación com Puri y tu gran reencuentro, que alegría y energía me dio volver a verte!

    Ah por cierto, en Grandas de Salime había un museo etnográfico con millones de cosas increíbles. Estoy segura de que te hubiera encantado! Cuando tengas la oportunidad, pasate por allí de nuevo, ya sabes!

    Bueno, seguiré leyendo cada etapa. Espero que algún día nos volvamos a encontrar. Que vaya todo genial y aquí tienes a una fan del blog en Valencia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida fan valenciana y sin embargo amiga Sandra, la alegria y agradecimiento es mio por estas letras que me dedicas y por seguir tus andanzas pasadas en las fotos y videos que de vez en cuando cuelgas en la red social.
      Es verdad, hay muchos detalles o lugares que escapan a nuestra atención, yo mismo he dejado pasar muchas cosas y lugares que luego descubro a la hora de documentarme para redactar cada etapa. Por ejemplo, el museo de Grandas que no tuve tiempo de visitar y que debe ser muy interesante vistas las fotos que tu hiciste en él.
      Si, hay muchos sitios bellos e interesantes que he descubierto haciendo el Camino de Santiago y que he vuelto a visitarlos para compartirlos con mi familia.
      Por tanto no te preocupes Sandra. En resumen, lo pasaste bien, te divertiste, sufriste y disfrutaste de la experiencia ¡al fin y al cabo es lo que cuenta y lo que queda! Y si tienes oportunidad, repite.
      Te deseo lo mejor compañera, aunque lo mejor es algo que tú ya tienes, juventud. Disfrutala.

      Eliminar