viernes, 26 de diciembre de 2014

ETAPA 5: GRANDAS DE SÁLIME - FONSAGRADA 26,5 KM.

   
                                     
 DIFICULTAD: MEDIA
TIEMPO: 7 HORAS


                                                          ... un largo camino y sin ilusión,
                                                              que hay que recorrer, que hay que maldecir.
                                                                               -------------
                                                          ... un largo camino y con ilusión,
                                                              que hay que recorrer, desde ahora y hasta el fin.

                                                                                            Hijos del agobio - TRIANA -

3/09/2014 miércoles.

Una etapa esta sin mucha transcendencia, gran parte de ella a través del asfalto de las carreteras o por carriles y senderos de servicio paralelos a ellas, pero que al fin y al cabo son kilómetros que se le restan y que hay que cubrir para alcanzar la meta.
Lo mas reseñable en esta jornada es el paso de la Comunidad  de Asturias a la Gallega, en la que se constata la diferencia topográfica entre ambas regiones.

Capilla del Carmen siglo XVIII
El punto de partida se establece  la bonita y sobria   iglesia de San Salvador, marchando a continuación por la calle del Carmen  hasta pasar frente a la ermita con el mismo nombre, justo tras atravesar la carretera AS-28, presente en toda esta etapa.








Caserío de La Farrapa


Se evita así una amplia curva que describe la carretera, pero el sendero se va acercando paulatinamente de nuevo a ella para transcurrir en paralelo por el margen izquierdo durante 1 kilómetro aproximadamente y acceder, ahora si al asfalto a la altura de entrada a La Farrapa.
En una curva paso frente a las instalaciones de una industria láctea y poco mas adelante se vuelve a cruzar la carretera por donde continua la senda esta vez por su lado derecho.




A unos 2 km. de superar La Farrapa, se llega a la aldea de Cereixeira donde unos bares a orilla de la carretera dan opción al peregrino para avituallarse.

Castro
Tras 100 m. caminando sobre el arcén, la senda vuelve a separarse para discurrir por medio de parcelas de cultivo delimitadas por alambradas eléctricas para control del ganado. Y un breve tramo boscoso de robles, se alcanza la aldea de Castro que cuenta con albergue.


Transito por su calle principal hormigonada y pronto la dejo atrás, sigo ahora por un camino de tierra que se infiltra en otro tramo cubierto de espesa arboleda.
Ermita de San Lázaro de Pradaira.
La ermita de San Lázaro se ubica en mitad del bosque a orilla mismo del camino, me detengo un rato a descansar junto a su fachada, me adelantan varios grupos numerosos de peregrinos que se detienen un momento para echar un vistazo al interior de la capilla a través de los barrotes de la puerta.



Reanudo la marcha y cerca de 1 km. mas adelante, intercepto otra vez la AS-28 a la altura de Xestoselo.
A continuación, no queda mas remedio que marchar penosamente durante mas de 2 kms. por la carretera en una largísima recta y en desnivel hacia arriba para llegar a Penafonte (Peñafuente), última población asturiana por la que se transita antes de saltar a la Comunidad Gallega.




En una fuente junto a su iglesia me aprovisiono de agua y de un cuajado manzano a orilla del camino robo algunos de sus frutos, preparándome así para afrontar el duro ascenso a el Alto del Acebo.



Marca divisoria Asturias - Galicia
 Asturias no se podía despedir  sin tener que superar un tramo mas de su accidentada topografía, característica en todas las etapas anteriores.
El sendero asciende bruscamente hacia una linea de aerogeneradores, bordeado de pinos (Pinus)  y acebos (Ilex Aquifolium) que dan el nombre al lugar.

Se alcanza la cima situada a unos 1110 metros de altitud y se llanea durante un buen tramo en donde se encuentra la imaginaria linea divisoria de las comunidades Asturiana y Gallega. Una placa de piedra marca el punto.

Mojón limítrofe de Castilla - León con Galicia.
8 de octubre de 2013,
Camino Francés, cerca de O Cebreiro

 Esta señal es mucho menos ostentosa que la que me encontré el la divisoria de Castilla- León con Galicia en mi primer camino a Santiago, poco antes de la también aldea lucense de O Cebreiro.

Bueno, pues me encontraba otra vez en la tierra de mis ancestros, origen de mi apellido que no deja de resultar chocante dado a provenir de Almería, la provincia mas alejada en el territorio nacional. La respuesta a esta inusual circunstancia ya la dejé explicada en el post de la etapa 42  de mi anterior Camino a Santiago
( para ver hacer clik aquí ).








Fonsagrada
 Se comienza a descender ya en territorio gallego provincia de Lugo a la vez que se divisa aún distante la población de Fonsagrada, la meta en esta etapa.
El descenso desemboca en la carretera LU-701, como así pasa a denominarse la omnipresente AS-28 al discurrir por tierras gallegas, a la altura de la Venta del Acebo, que se encontraba muy concurrida de peregrinos. Yo también hice un descanso para tomar algo de vitualla.

Venta del Acebo
Frente a la Venta, se encuentra la primera señal de el camino de Santiago con la vieira indicando el camino a seguir por su parte ancha, al contrario de las que han quedado atrás en territorio asturiano.



Un camino pedregoso surge en la propia fachada de la Venta, bordeado también de arbustos de acebo, es solo un pequeño atajo que evita momentaneamente la carretera pero que inexorablemente nos devuelve a ella y marchando ahora por su vía de servicio, llegando 2 kms. tras reanudar la marcha a la aldea de Cabreira, primer núcleo urbano gallego que nos encontramos y que pertenece al Concello de Fonsagrada.




Ermita de Santa Bárbara de Silvela
Por la misma vía, otros 2 kilómetros hasta Fonfria, y luego en una alternancia de caminos y carretera perfectamente señalizados, se van superando los núcleos de Barbeitos, Silvela y Paradanova, distantes todos entre ellos unos 2 kms. mas o menos.










Desde Paradanova restan otros 2 kilómetros finales a Fonsagrada y se presentas dos opciones, ambas bien señalizadas para llevar a cabo este último tramo y ambas en ascenso. La primera es por carretera, la de Lugo 701, es un poquito mas larga. La segunda es por un carril que surge a mano izquierda y que se adentra en una zona boscosa. Yo para evitar el asfalto y el implacable sol, elegí esta última opción. No elegí mal pero en parte me arrepentí, pues quedando tan poca distancia para llegar a la meta que se encontraba en alto, paradogicamente comencé en bajada, en aquel momento recordé lo que decía mi compañera Sandra en etapas anteriores en situación parecida " Si vamos bajando, inevitablemente acabaremos por subir"

¡¡ Y TANTO QUE SUBÍ !!
Calculo que los últimos 200 metros se realizan por una empinadísima cuesta  bajo una bóveda arbolada, el desnivel fue tan bestial que tuve que parar a descansar varias veces en tan corto tramo y mis cuadriceps volvieron a resentirse pese a estar acostumbrados a largas caminatas.
Por fin, ya en la cumbre de la cuesta encontré un cartel a modo de arenga, incluso estando escrito en galego, el mensaje se entiende perfectamente pero a mi parecer debería haber sido colocado al principio ó a media pendiente para insuflarle ánimo a los sufridos peregrinos.


 Fonsagrada no cuenta con albergue municipal y si con varios privados, yo me alojé en uno de ellos, el albergue-pensión Cantábrico, ¡fabuloso!, con toda clase de servicios, cómodo, limpio... muy acogedor, total... por 10 euros merece la pena.




Una relajante ducha, un frugal almuerzo y un breve descanso. Después salí a dar una vuelta por el pueblo a la vez que realicé unas compras para reponer la despensa de mi mochila vacía desde varios días.
 El albergue municipal se encuentra a 1,5 kilómetros mas adelante, en la cercana aldea de Padrón ( de donde los pimientos, " unos pican y otros no") y por donde pasaría al día siguiente.                      

Iglesia parroquial de Santa María de Fonsagrada.































domingo, 14 de diciembre de 2014

ETAPA 4: POLA DE ALLANDE - PUERTO DEL PALO - GRANDAS DE SÁLIME 39,6 KM.




DIFICULTAD: MUY ELEVADA (literalmente)
TIEMPO: 13,5 HORAS

                                          "Como no sabían que era imposible, lo hicieron"
                                                                                               -Anónimo-
 

2 / 9 / 2014. Martes

Me equivoqué, lo reconozco ahora al tiempo que estoy redactando este nuevo post.
Me equivoqué al planificar y realizar estas dos etapas naturales en una sola, guiado solo por el corto kilometraje  de ambas etapas e ignorando su perfil, la complicada orografía del terreno y el desgaste físico acumulado.
Pero independientemente de mi error logístico, esta jornada fue una de las bonitas en cuanto a paisajes se refiere, sufriendo y disfrutando a partes iguales. Masoquismo en estado puro.
Comencé ese día como las anteriores jornadas, con el horario auto-impuesto de las 7 de la mañana, mis compañeras de viaje del día anterior lo iniciarían horas después.

 
Transitando por la calle principal de Pola de Allande, dejo atrás sus últimas casas y se continua por la carretera AS-14, al cabo de algo mas de un kilómetro se alcanza la barriada de El Mazo.





 Un kilómetro mas adelante unas flechas pintadas en el asfalto indican al peregrino abandonar este para continuar por un estrecho sendero junto a sucesivas huertas regadas por el río Nisón.


Es un recorrido por un carril hormigonado y delimitado por vallas de madera que transita varias "cortijadas" con pobres corrales de vacas ubicados en su planta baja.
Así se llega al desvío del albergue de Peñaseita, tras andar algo mas de 3 km.











A partir de aquí el entorno se vuelve mas boscoso, el sendero se torna mas estrecho a la vez que se va aproximando a la ribera del pequeño río que en ocasiones cruzo saltando por sus musgosas piedras o por varios puentes de madera que ayudan a salvar sus aguas.




Si bien la ruta por la variante de Hospitales resulta fascinante según opinión de algunos peregrinos con los que compartí charla por las vistas que ofrece el recorrido sobre la cresta de las montañas, el ascenso al Puerto del Palo desde Pola de Allande no merece menor consideración ya que el entorno por donde se realiza esta subida es de una belleza impactante, sobre todo en este primer tramo junto a la orilla del río y a contracorriente. La cuesta no es muy pronunciada y el caminar se vuelve aún mas placentero bajo la verde bóveda  que la  forman los numerosos madroños y acebos.
 Agradecí aquel momento de soledad absoluta que me ofrecía aquel bucólico entorno. Para mi, hombre del sur, de parajes áridos, escasos de corrientes pluviales y vegetación, aquel terreno por donde ahora circulaba fascinado, soponía la antítesis de mi tierra de origen.


Este reconfortante paseo se prolonga durante algo mas de 3 km. hasta enlazar de nuevo con la AS-14, pero que se abandona enseguida cruzándola por su margen derecho donde, ahora si, comienza una fatigosa subida por un zigzageante sendero de piedra suelta y peligrosa que atraviesa una ladera carente de masa arbolada que nos proteja del implacable sol.

Un bicigríno que me dio alcance se quedo clavado en su avance debido a lo escarpado del terreno, tuve que empujarle varios metros hasta tomar el impulso suficiente para seguir pedaleando.





Mas adelante tras superar una masa de pinos me encontré con una fuente de construcción alargada que seguramente servía como abrevadero tanto para el ganado vacuno como a los caballos asturcónes que pastaban libremente cerca del alto del puerto.









Continuo subiendo los últimos metros para, por fin, alcanzar la cima de el Puerto de El Palo con un desnivel de 620 m. desde Pola de Allande. Este también es el punto convergente con la ruta original de la variante por Hospitales.


Desde aquí las vistas eran espectaculares y me dediqué un largo rato disfrutando de ellas a la vez que me recuperaba el aliento por el esfuerzo.



"Bienaventurados los que alcanzan la cima, porque será cuesta abajo el resto del camino"

Así es, tocaba ahora bajar. Y por un sendero de tierra mullida y suelta que a pesar de eso apenas tenia huellas anteriores, lo que me hizo pensar que recientemente se había acondicionado el camino para el paso de los peregrinos.
Efectivamente, encontré la maquina retroexcavadora casi alcanzando la carretera AS-14 que solo se cruza para seguir avanzando ladera abajo, evitando la enorme curva que describe el asfalto. Volviendo a rozarse camino y carretera a la altura de la aldea de Montefurado.

Llama la atención esta aldea desde una perspectiva lejana por su situación estrategica sobre la cima del cerro que le da nombre, y mas aún me pareció  curiosa la estructura del pueblo en sí. Una única calle delimitada por muros de piedra, sus  pocas casas hechas también de piedra y pizarra y su diminuta ermita en la entrada junto a la cual aproveché para tomar un poco de alimento.
En su conjunto, esta aldea me pareció un decorado de película sobre la época medieval.

Capilla de Santiago de Montefurado
Antiguo hospital de peregrinos.



Hay que seguir adelante, y el trazado del camino corre ahora en paralelo a la carretera AS-14 en un nivel inferior durante 4 km. par llegar a la siguiente población, Texu de Lago.
Curioso corta- fuegos, se asemeja a un gigantesco
tablero de 3 en raya.
Lo primero que aparece tras una curva del camino es su cementerio y a continuación ascendiendo hacia el pueblo, paso junto a su iglesia del siglo XVIII.










 Luego ya transitando por el casco urbano, paso junto al bar- Serafín con numerosos peregrinos y bicigrínos en el, toda una invitación para hacer un alto y descansar un rato en su terraza.
Evidentemente no recuerdo todas las cervezas que he degustado en mi vida, pero aquella que tomé en este bar la recuerdo como una de las mas necesitadas y urgentes y que mejor me supo, tal era la sed que tenía. Compartí ese momento de descanso charlando con una pareja belga que realizaban el camino de Santiago en moto.

Cuando me disponía a continuar el camino con la mochila a cuestas, llegaba al bar junto con otra peregrina mi amiga y compañera de primera etapa, Sandra, me alegré de volver a verla aunque solo fuese por unos breves minutos, los justos para intercambiar experiencias, mas interesantes las de Sandra y su itinerario por la ruta de Hospitales por la que se sentía maravillada.
Las dos chicas también decidieron descansar un poco en el bar y yo reanudé la marcha. ¡Buen camino! nos despedimos.

Dos peregrinas valientes, mi amiga Sandra Fabio (a la derecha)
la de la bonita sonrisa.



Albergue de Berducejo
Nada mas dejar atrás Lago por la carretera , nace un sendero a la derecha que se interna en un frondoso bosquecillo de pinos que nos alivia momentaneamente del transito por asfalto para después volver a él y luego en alternancia por otro pinar, hasta que tras unos 4 km. llegué a Berducejo. En su albergue se encontraban ya alojados Guille y el resto de los compañeros de Sandra que me adelantaron mientras yo descansaba en Lago y que habían decidido establecer el fin de esta etapa en Berducejo.



La Mesa
Pero esta no era mi meta, por lo que cruzando el pueblo continué mi camino.
Repitiendose el trazado, se cruza primero una mancha de pinos y se accede a una carretera local y se transita por ella durante unos 3 kilómetros para alcanzar la minúscula aldea de La Mesa, a la entrada pasamos junto a su sobria iglesia se Santa María Magdalena contruida en piedra.



Iglesia de Sta. María Magdalena, siglo XVII
Albergue de La Mesa

Aunque pequeña, esta población cuenta con albergue para peregrinos, dirigiéndome hacia el para estampar su sello en mi credencial. No había nadie a su cargo y si salió a recibirme un peregrino alojado en él, se alegró mucho al verme pues se encontraba solo siendo él su único ocupante y pensando que yo también me alojaría en este lugar, pero la alegría le duró poco cuando tras sellar continué mi camino  en esa jornada. Se llamaba David ( Deivid ), era un joven  y divertido alemán con el que tuve sucesivos encuentros en distintas etapas y compartímos esporádicas caminatas.


Aquí estuvo mi error, al rechazar la invitación de David para que hiciese fin de etapa en La Mesa, en vez de eso, continué la marcha con la idea de llegar a Grandas de Sálime.
Así pues, tras abandonar La Mesa, hay que superar un pesado ascenso por carretera hasta pasar junto a la Capilla de Sta. Maria de Buspol.




 En este punto comienza un largo descenso, el embalse de Grandas se vislumbra al fondo, a lo lejos, la vegetación se va tornando,  de monte bajo bordeando el sendero a un espeso pinar sombreando una pista forestal.



Bajando al Embalse de Grandas.
Al fondo de la fotografía, se observa
una construcción circular de piedra, se le
denomina CORTINO y se usa como protección
de los asentamientos de colmenas al ataque
de los osos.


Decir también que  de La Mesa a Grandas de Sálime no hay ningún otro núcleo poblado durante los algo mas de 16 km. que separan ambas poblaciones.
La bajada me iba acercando al embalse. Cerca de este, surge a la izquierda un zigzageante sendero de tierra cubierto de hojarasca caída de los enormes castaños que lo cubren.








Mirador de la Presa hidroeléctrica
 de Grandas da Sálime
 Son los últimos metros de descenso por recorrer antes de desembocar en la carretera AS-14 en cuyo margen derecho se encuentra el mirador de la presa hidroeléctrica, a este mirador conocido como "la Ballena", se accede a través de una apertura horadada en la piedra, y su interior ciertamente se asemeja a estar dentro de las fauces de este cetáceo.

 Asomados al exterior de este mirador, se puede contemplar la enorme construcción de la presa que extrae energía eléctrica de las aguas del río Navia.



Pero el tiempo se me echaba encima y aún me restaban algo mas de 6 km. para el final de etapa.
Tras cruzar por la propia presa hasta la otra orilla y continúo caminando por el asfalto de la AS-14 durante   3,5 km. mas con el sol ya puesto frente a mi y bastante cansado en la que ya me parecía una etapa interminable.



Mi cansancio devió de ser bastante evidente cuando a la altura del km. 3 para llegar al final de etapa, dos jóvenes detuvieron su vehículo en mitad de la carretera y se ofrecieron para llevarme hasta Grandas, no lo dudé ni un instante y enseguida me acoplé en la parte trasera de su Land Rover dándoles las gracias por su muy oportuna ayuda.
Incluso en coche, el recorrido de esos tres kilómetros finales me parecieron eternos, cuanto si no mas hubiese sido a pie.

 Me dejaron en la puerta misma del albergue y bajé del coche agradeciendoselo por enésima vez.
Para colmo el albergue hallábase completo, pero la hospitalera muy amable, habilitó unos colchones en el suelo para mi y para mas rezagados que fueron llegando.
No tuve tiempo ni ganas para dar ni un paso mas para ver  el pueblo, después de una reconfortante ducha, tan solo un breve paseo por él mientras buscaba un bar donde comer algo, muy poco pues el cansancio de mi cuerpo dominaba al hambre de mi estómago.

Iglesia del Salvador, 1186
Ayto. de Grandas














Después ya metido en el saco de dormir, entoné mentalmente un "MEA CULPA", por haber ALARGADO en demasía esta etapa, por NO DOSIFICAR el esfuerzo tras el desgaste sobre todo en los primeros tramos, por DESDEÑAR todos los albergues intermedios en los que poder partir esta etapa en dos, por llegar a un punto de "no retorno" y que no me quedó mas remedio que una huida hacia delante, por ............ ZZZZZZZZZZ ........ZZZZZZZZZ........ZZZZZZZZZZZ.....