TIEMPO: 9 HORAS
DIFICULTAD: NINGUNA (Sin lluvia)
La lluvia muere
en charcos por la tierra.
Pero en tus ojos sigue la vida presa.
Agustín García Calvo
17/11/2012
Antes de dejar la pensión en la que había pernoctado, compartí desayuno con un grupo de cazadores que se disponían a dar una batida, estos me indicaron por donde continuar mi camino, debía subir el Puerto de los Castaños y atravesar la sierra a cuyo pie se ubicaba el pueblo, e incluso me aconsejaron rutas alternativas para no tener que subir por un tramo en cuesta muy pronunciada y donde podía encontrar fuentes de agua. Muy amables todos.
Se circula por la carretera nacional 630 que atraviesa el pueblo hasta una glorieta y se continua por dicha carretera unos 200 m. mas para después tomar un camino de tierra hacia la izquierda hasta la ermita de San Cristóbal.
Respetando las señalizaciones, camino por un sendero algo mas estrecho unos pocos metros mas, me topo con la fuente de la república, una de las que me habían descrito los cazadores, en ella repongo líquidos para continuar.
Mas adelante alcanzo la empinada cuesta de la que me advirtieron, efectivamente, hay un carril hacia la izquierda mas llano pero también mas largo (ideal para los ciclistas) que evita esta pendiente, yo que iba a pie la afronté, el tramo es mas corto y esta señalizado.
Una vez coronado se alcanza el Puerto de los Castaños y el camino sigue en un agradable paseo entre pinos y alcornoques.
En la bajada del puerto, el sendero converge con una pista asfaltada en muy precario estado que termina uniéndose con la carretera EX-371 frente a un club- restaurante.
Haciendo caso de las indicaciones, paso junto a su fachada y cruzo una verja para continuar después en un recorrido llano entre alcornoques.
El día poco a poco se fue cerrando en nubes y comenzó a llover de menos a mas, lo que me obligó a refugiarme bajo el puente de una autovía cercana, me pertreché con un impermeable y continué mi andanza, pues no podía esperar a que escampase, que al cabo dejó de llover pero después continuó lloviendo de forma intermitente durante todo el día.
Al pasar junto a una rotonda de la que surgía una carretera hacia el este, me encontraba mas o menos a la altura de la población de Grimaldo, pero yo continué por el sendero cada vez mas embarrado, con la hierba muy corta que lo hacia muy resbaladizo.
Aún con todas estas circunstancias e inclemencias meteorológicas, la jornada estaba siendo muy de mi agrado. Ahora el camino coincidía con el de una calzada romana, franqueado por dos alambradas.
A mi izquierda instalado sobre un repecho de un cerro, paso junto a un observatorio de aves, en el cielo planeaban una gran cantidad de buitres. Estuve un buen rato camuflado en medio de una retama cámara en mano obserbando sus acrobacias e intentando obtener una buena instantánea pero con su agudeza visual se percataron de mi presencia y no se acercaron lo suficiente.
No demoré mas mi paso y de nuevo me puse en marcha. Comenzó otra vez a llover, este agua del cielo alimentaba las charcas construidas como bebederos para el ganado vacuno.
Dejando atrás el pequeño bosquecillo, el camino cruza una verja metálica cerrada con candado, a la izquierda de esta hay otra verja abierta señalizada como ruta alternativa. Al consultar mis papales impresos bajados de Internet, leo que el propietario de la finca por la que pasa el camino, mantiene un litigio con la Junta de Extremadura por el paso de peregrinos por su propiedad y por este motivo se ha habilitado la otra ruta que conduce al peregrino a pasar por la localidad de Riolobos.
Es un paseo de 4 km. por una ancha pista en la que encuentro a mi paso varios conductores de tractor que certifican que estoy en buen camino.
La lluvia arrecia cuando entro en Riolobos y me resguardo en una casa en obras ( lo primero que encuentro), allí aprovecho para comer pasadas la tres de la tarde.
Después la marcha hacia Galisteo es fácil, tan solo seguir por la carretera de esta localidad durante 9 km., los últimos metros de esta etapa se afrontan por una larga recta en cuesta y se ve despuntando la aguja del campanario conforme nos acercamos.
Ya en lo alto de esta cuesta me sorprende la belleza de este pueblo con su muralla de origen Almohade al mismo tiempo que la lluvia vuelve a apretar. Las primeras construcciones son granjas agrícolas y ganaderas cercadas en las que pastan algunas reses bravas que me impresiona verlas demasiado cerca.
Llego hasta la misma puerta de la muralla pero un cartel me indica que el albergue esta extramuros y decido visitar el pueblo mas tarde.
Localizado el albergue me abre sus puertas Jon (Juan), peregrino rumano que había llegado media hora antes. Poco después llegó Irina (Polaca) que conocía a Jon pues ambos habían coincidido en el albergue de Grimaldo el día anterior pero que hacían el camino por separado.
Tras asearme, esperé a que Irina lo hiciese también pues ambos teníamos intención de acercarnos intramuros del pueblo. Ayudé a Irína y su limitadísimo conocimiento del castellano para buscar una tienda de comestibles y a comprar en ella.
De vuelta al albergue entablé conversación con Jon, me pareció una persona inteligentísima, dominaba el idioma español aunque con dificultad en los tiempos verbales, era profesor de geografía etnológica allá en su país y había realizado el camino de Santiago en 8 ocasiones por distintos itinerarios. Cuando me dispuse a preparar la etapa para el siguiente día me dí cuenta de que había perdido los papeles con toda la información que tenía preparada para todos estos días de camino, Jon muy amable me ofreció una guia de la Vía de la Plata para que la fotografiase y tomase apuntes sobre números de teléfonos de los albergues y rutas que me restaban para llegar a Salamanca. MUCHAS GRACIAS JON.
También Jon (Juan, como yo lo llamaba) tenía muchos conocimientos futbolisticos, deporte del que era un apasionado en especial del Real Madrid, admirador de su historia y en especial del jugador Alfredo Di Stefano. La casualidad hizo que esa noche diesen en diferido por MARCA TV el partido Real Madrid frente al ATHLETIC DE BILBAO (equipo del que soy aficionado), el albergue contaba con una pantalla de televisión por lo que pudimos seguir el encuentro, bromeando con la rivalidad de ambos equipos, pasamos un buen rato antes de irnos a descansar.
Por cierto, aquel partido acabó con un Real Madrid 5 - Ahletic Club de Bilbao 1.
Remix.