domingo, 19 de mayo de 2013

ETAPA 36: BENAVENTE - ALIJA DEL INFANTADO 22,1 KM.



DIFICULTAD: NINGUNA.
TIEMPO: 5 HORAS.

Y donde estemos, saber estar; aunque sea ingenuo, no codiciar.
                                                                                       -El ultimo de la fila-
2/4/2013

La salida de Benavente resultó complicada, como en todos los grandes pueblos y ciudades. El hostal donde me alojé distaba mucho de el camino que debía continuar, esa mañana no encontraba ninguna flecha o señal y en esa hora temprana poca gente en la calle, así que me guié por el sol saliente y caminé unos centenares de metros por el arcén de una carretera rumbo norte, al cabo vi venir un vehículo de la policía municipal y les dí el alto. Les solicité información mostrándole el escueto mapa de la ruta de esta etapa bajado de Internet. La patrulla la componían una señorita guardia joven y un municipal de mucha mas edad, fue este ultimo quien me informó de mi errónea dirección, pues sobre el mapa vio que tenía que pasar junto a la gasolinera Camino de Santiago, que estaba en otra carretera de salida bastante alejada del lugar donde estábamos, así que se ofreció a llevarme en el coche patrulla, gesto de amabilidad que agradecí profundamente, mas aún cuando vi en tiempo empleado para llegar a la gasolinera y que para mayor generosidad de la policía, avanzaron unos kilómetros mas hasta el punto kilométrico 4 (esa distancia que me ahorré de andar).
Bajé del vehículo junto a un hito con flecha amarilla para mi mayor tranquilidad y les agradecí por enésima vez a los pólis la ayuda recibida.
Otra vez subido en un vehículo policial, y van 3, una con cada fuerza del orden distinta, esta vez los Municipales, en la etapa 21, salida de Mérida con los Nacionales, y en aquella lejana primera vez con la Guardia Civil. A los dos primeros cuerpos del orden, muchisimas gracias.

 Una vez retomada la dirección correcta, como dije anteriormente, rebasado el punto kilométrico 4 de la carretera Alcubilla, sale un sendero a la derecha entre una pequeña mancha de chaparros que como referencia atraviesa una vía de ferrocarril abandonada, pasa junto una cantera mal utilizada también como escombrera y por último pasa por un túnel bajo la autovía A-52, a través del cual ya se ven la casas de Villabrázaro.

 

Camino por su calle principal que atraviesa el pueblo.
Un lugareño con el que mantuve conversación me indicó que mas adelante pasaría junto a una granja de "jatos".
- Jatos, ¿que es eso?-pregunté.
-Terneros jóvenes.
-Ahh.
Rebasado el puente sobre el arroyo de Regueras que alimenta al río Orbigo, comienza una carretera de asfalto viejo de 8 km. que me llevaría a Maire de Castroponce.



Efectivamente, llevado recorrido unos 3 km. pasé junto a una enorme granja dividida en numerosos corrales todos vacíos, los terneros se encontraban  apiñados en un vallado junto a la carretera, me acerqué a ellos pero se mostraban muy esquivos. Una duda, ¿como se llama a las vacas?. A los perros con silbidos, a los gatos ¡minino, minino!, a los cerdos ¡inoh, inoh!, a las cabras chasqueando la lengua..., pero ¿a las vacas?


5 kilómetros mas por esta carretera de escaso tráfico que cruza la comarca de Benavente y los Valles, regada por el río Orbigo, serpenteante a mi izquierda. Al final, diviso frente a mi  Maire de Castroponce, a la entrada de esta población llama mi atención una gran cantidad de cuevas horadadas sobre el terreno con numerosas ¿chimeneas? ó ¿respiraderos? emergiendo a la superficie, me parecieron similares a las viviendas de los Hobbits en "El señor de los anillos".



 Intrigado, exploré un par de ellas en estado de abandono. La entrada es en pendiente hacia abajo hasta toparme con una puerta de madera que me impide el acceso. La primera cueva tenía una sola estancia, la segunda, al fondo de la misma se dividía en cuatro habitáculos, todos cerrados pero que a través de un ventanuco vi que en ellos se guardaban enseres para la elaboración y almacenamiento de vino.


Satisfecha mi curiosidad, sigo mi camino que cruza el pueblo hasta dejarlo atrás. En el cielo se estaban formando grandes nubarrones que presagiaban lluvia pero que por el momento la climatología me estaba dando una tregua en mi andadura.






A poco, alcanzo el limite provincial de León, una breve pose para la foto y continuar la marcha, pues ya comenzaban a caer esporádicas gotas de lluvia.



Dos kilómetros mas adelante, cruzo el río Orbigo por el puente romano de la Vizana, a mi derecha hay otro puente de mas moderna construcción y mas utilizado por el tráfico rodado. Bajé a la misma orilla del río para observar como sus crecidas aguas anegaban algunas parcelas de cultivo lindantes con el.

A continuación, ya en el último tramo de la etapa, me incorporé a la carretera LE- 114 para cubrir la distancia que me separaba de Alija del Infantado, al mismo tiempo que comenzó a caer una tromba de agua.
Ocurrió que con las prisas por resguardarme de la lluvia, pasé de largo el albergue ¡¡ Un kilómetro!! Cuando encontré refugio bajo la cubierta de una gasolinera, consulté la hoja de ruta y me percaté del error. Una chica que salía de los aparcamientos de la gasolinera en su coche se ofreció para llevarme al albergue pues ella también se dirigía allí. En el trayecto nos presentamos, ella era la juez de paz del municipio. El albergue se encontraba en las mismas instalaciones del Bodegón - Restaurante Ozaniego donde ella tenía una comida.
Al llegar al restaurante, la juez aparcó y abrió el maletero para que yo recogiese la mochila y el bastón, le agradecí la ayuda prestada. Habían llegado ya numerosos invitados al almuerzo, todos muy bien trajeados y engalanados, me dí cuenta que también había varios medios de comunicación, radio y televisión local y provincial (RTVCyL) . ¿Quien coño viene a comer aquí hoy?- Me pregunté.- Mas tarde lo averigüe y me aproveché de la circunstancia.
Se trataba de un almuerzo de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco  con altos cargos municipales de Alija del Infantado, alcaldes de localidades adyacentes y "lameculos" varios, recientemente he visto por televisión un programa sobre los " caciques" de la política actual española en el que este personaje no sale bien parado.

Para mi alojamiento en el albergue, me atendió José que también era el dueño y cocinero del bodegón. Me  acomodó en una de las dos habitaciones habilitadas para refugio de viajeros. Yo era el único peregrino aquel día.
 Recién instalado en la habitación, a través de un enorme ventanal, vi que el cielo se oscurecía por momentos y comenzó a caer una intensa granizada. Ufff... Por poco.



Luego bajé al comedor para almorzar y me topé con todos los comensales vestidos para la ocasión, en aquel ambiente, yo desentonaba mas "que un santo con pistolas." José vino en mi auxilio para colocarme en un reservado junto a la cocina al lado del asador, agradecí su calorcillo. Además comí el mismo menú que sus "señorías" ( ensalada de pasta cocida, churrasco con guarnición, ensalada de verduras y pastel de hojaldre con frutas,vino y café ) y a precio de peregrino (8 €). Begoña, la mujer de José, muy amable y agradable en el trato, se encargaba de servirme primero antes que al resto de los comensales. Me sentí como Dios ante tal festín, mas aún después de tantos días a bocadillos.

La lluvia no cesaba, por lo que pasé el resto de la tarde sesteando en la habitación.
Cuando la reunión acabó y los invitados se fueron, José y Begoña pasaron por la habitación a despedirse, los martes en condiciones normales no abrían y al día siguiente abririan tarde, después de que yo me hubiese ido. Me sellaron la credencial, me sirvieron la cena y el desayuno del día siguiente en la misma habitación.
¡Así se las ponían a Fernando VII!
Solo decir que quedé encantado con el trato recibido y mi mayor agradecimiento ante tan maravillosa acogida.



lunes, 6 de mayo de 2013

ETAPA 35: RIEGO del CAMINO - BENAVENTE 31,5 KM.




 DIFICULTAD: BAJA.
TIEMPO: 9

 Cae fina la lluvia
por el camino y desesperado
para siempre me voy.
Yo no la siento
estoy fuera de todo
pero paso por paso me voy. 
  ...
Cae el sol que da la vida
y camino sin andar
he encontrado una sonrisa
¿qué hacer? tengo que marchar. 

                                                                              " Cae fina la lluvia " -TRIANA-




 Dada la tromba de agua caída el día anterior, supuse que los caminos de tierra estarían impracticables. Además, visto sobre el mapa, el camino de Santiago en esta etapa va en paralelo a la omnipresente N-630.

 Con lo cual decidí recorrer sobre esta al menos en su primer tramo durante 6 kilómetros hasta  Granja de  Moreruela, donde paré a desayunar en el bar del propio albergue situado a mano derecha en la entrada al pueblo, (no quise desayunar en el bar de Riego, por no encararme otra vez con su desagradable dueña). En el bar compartí mesa con dos simpáticas peregrinas.¡Por fin tengo compañía!




Acabado el descanso, reanudé la marcha con las nuevas compañeras. Nos internemos en el pueblo hasta llegar a la iglesia, justo a las espaldas de esta, se encuentra el punto donde el camino de Santiago se bifurca en dos direcciones a seguir: Una es continuar recto hacia el norte por la Vía de la Plata, la otra es un desvío hacia el oeste donde comienza el llamado Camino Sanabrés que mas adelante hace su entrada a la Comunidad Gallega por la provincia de Ourense.
 Desgraciadamente, esta ultima opción era la que iban a seguir mis compañeras de desayuno. -Mi gozo en un pozo- Así pues nos despedimos deseándonos suerte y continué mi ruta otra vez en solitario.

 
A partir de Granja de la Moreruela, se presenta un tramo de unos 8,5 km en linea recta en el que fui alternado el itinerario por asfalto y por el trazado del Camino siempre y cuando el agua acumulada y el barro me lo permitían.













De esta forma, alcancé el siguiente pueblo, Santovenia del Esla, un breve descanso y repostaje de líquidos en la fuente del Charil, fuente histórica muy apreciada por los lugareños y en cuyo pilón trasero abrevaba el ganado.


 De esta fuente parte un sendero que me aleja del pueblo entre las pequeñas parcelas que forman su vega, este carril se une en intersección con la carretera junto al cementerio.


















Unos pocos metros por el arcén y se vuelve a abandonar el asfalto por un desvío bien señalizado hacia la izquierda, afortunadamente el terreno había drenado bien el agua de lluvia y marchaba ahora teniendo constantemente la N-630 a mi derecha.









En mi caminar, pasé entre  una mancha de álamos y una linea de alto voltaje un poco mas retirada, llamó poderosamente mi atención la simetría en ambas imagenes, los álamos sembrados a igual distancia entre si formaban lineas rectas perfectas independientemente desde el punto de vista ó perspectiva en que se observase. El tendido eléctrico  se podía alinear con la vista, sus estructuras metálicas, distantes entre sí en igual medida e idéntica construcción incluso con los nidos de cigüeñas que todas portaban.
 También  observaba a mi izquierda algo mas lejos, una linea de frondosa arboleda que crecía bordeando las orillas del río Esla.



Así, ocupando mi mente en pensamientos geométricos y matemáticos, cubrí la distancia de 6 km. hasta llegar a Villaveza del Agua, pequeña población  que  atravesé sin detenerme y alcanzar después de casi 2 km. mas la cercana Barcial del Barco, incorporándome a ella tras una empinada cuesta y continuando por su calle principal, pasando junto a la iglesia y su característico campanario de construcción octogonal.



En la fachada de el bar Borox hay un cartel que acredita este local como punto de información al peregrino y sellado de credenciales, entré a tomar un café y conocí a su dueño Paco, el cual  me puso al corriente del itinerario que devía de seguir. Paco también es el encargado del albergue para peregrinos  en esta población. Muy amable se ofreció a enseñarme el refugio distante unos 50m del bar en la misma acera , abandonando su propia clientela. El albergue de reciente construcción, contaba con inmejorables condiciones para su uso, nada que ver con las deficiencias encontradas en el de Riego del Camino donde pernocte y el trato que recibí en el bar en la etapa anterior, así se lo hice saber a Paco quien como hostelero y miembro de una asociación del camino de  Santiago me dijo que intentaría denunciar esos defectos en las instalaciones y agravios recibidos por dañar la imagen que el peregrino y turismo en general puedan tener de la red de albergues de la que formaba parte.

Para seguir adelante, Paco me recomendó un tramo  alternativo al camino oficial, a través de una vía de tren abandonada que acorta la distancia en varios kilómetros y que con la crecida de los ríos no queda mas remedio que acceder a ella para salvar las aguas por medio de sus puentes.
Resulta difícil caminar por una vía de tren pues hay que ajustar el paso para pisar sobre las traviesas de madera distantes entre sí de forma irregular ó pisando sobre la grava gruesa y suelta, y que para mayor "jodienda" comenzó a caer una fina lluvia obligando a colocarme el chubasquero que se enganchaba constantemente en los matorrales secos y espinosos que crecían libremente en medio de la vía merced al abandono de esta.



















Poco después de superar el ultimo y mas largo puente que cruza el río Esla, abandoné la vía por un desvío a la derecha donde al fondo se distinguen cercanas las casas de Villanueva de Azoague, llegado a esta población ya solo me restaban algo mas de 3 kilómetros para completar esta etapa.


  Marchando por una recta carretera local, paso junto a la planta de envasado de Azucarera, la mayor en toda España,  ¡impresionantes sus dos enormes silos!






 Un poco mas adelante, entro por fin en Benavente, un núcleo urbano bastante grande (20.000 habitantes) y que sin embargo por problemas burocráticos no cuenta con ningún albergue para peregrinos, motivo por el cual tuve que alojarme en un hostal, teniendo que atravesarla casi en toda su longitud para poder descansar.

Aproveché este "paseo" de 1/2 hora para comprar la vitualla necesaria para la siguiente jornada.