DIFICULTAD: MEDIA ( Si no caes enfermo )
TIEMPO: 10 HORAS.
...y yo que subo y que bajo, que vuelo, me arrastro
y me pregunto donde acaba este camino que es tan largo.
Ave fénix - El puchero del hortelano -
BUENA GENTE 2ª Parte
Aunque en este relato de los aconteceres habría que transcribirlo como "buen agente", me explico:
Salí bastante temprano del alberque de Mérida, ansioso por continuar mi andadura por la llamada "
Vía de la Plata". Según me había informado, esta ruta parte desde Mérida en el puente sobre el río Albarregas pero al llegar a el no encontré ninguna señal o flecha amarilla que me indicase por donde seguir, este tipo de circunstancias es común en las ciudades o grandes núcleos urbanos y si a esto se le añade lo temprano de la hora todavía sin luz solar, la dificultad se incrementa.
Afortunadamente me encontraba muy cerca del recinto ferial donde la gente apuraba las ultimas horas de fiesta. Bajo los arcos de la puerta iluminada de la feria se había instalado un control policial de unos 8 ó 10 agentes. Le pregunté a uno de ellos:
-¿Me podría decir donde dirigirme para tomar la Vía de la Plata en el Camino de Santiago?
-Si la conozco.-Dijo el poli - Pero...ufff...No se explicártelo, has de girar en tres rotondas y te vas a confundir en las salidas.
-Mas o menos ¿por donde?- Insistí - ¿hay señales?
-Hay una señal de peregrino en el comienzo de un carril bici pintado de verde... Pero si no te importa, subes en el coche y te llevo.
-¡¡ De puta madre !!- Pensé-¡ Jo, que suerte! A decir verdad, esta iba a ser la segunda vez que subí a un vehículo policial, la primera vez fue hace muchiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo tiempo y en esa ocasión "me instalé" en la parte de atrás del furgón. Pero aquello fue... otra historia.
-Te voy a dejar donde comienza el carril que te conduce hasta el Embalse de Prosespina a unos 6 km.- dijo el policía, no le pregunté el nombre- Si quieres te llevo hasta allí.
-No gracias, bastante favor me hace con sacarme del casco urbano.
-¿De donde eres?-Pregunto el agente mientras conducía.
-De Almería.- Generalicé.
-¡Joder!¿ Y vienes andando desde allí ?
-Si.
-Conozco Almería, estuve destinado un tiempo en El Ejido como refuerzo de caballería.
-El mundo es un pañuelo. - Le dije alegre - Yo soy de El Ejido y me acuerdo de aquella circunstancia, yo era uno de los que corrían delante vuestra.
Después de sortear varias rotondas detuvo el coche a la salida de la ultima de ellas frente una señal del camino.
-Bueno pues aquí te dejo, solo tienes que seguir por el carril bici primero en cuesta y después bajar en una pronunciada pendiente, no tienes pérdida.
Mientras me ayudaba a cargar la mochila en mis espaldas le agradecí el favor ofrecido con un apretón de manos.
-Buen camino.-Me deseó.
Me las prometía muy felices en esta etapa después de la ayuda recibida y del tiempo aventajado pero una jornada en el camino, no es como se empieza sino como se termina y este episodio que a continuación paso a relatar, fue gratificante en su mayor parte pero en sus últimos tramos tuve un proceso de deshidratación que me impidió llegar a la población de Alcuescar y completar así la totalidad del recorrido.
Gracias a la inestimable ayuda del Poli, emprendí la marcha por la empinada cuesta del carril bici durante unos 4 km. y después 2 km.mas de bajada hasta llegar al
embalse de Prosespina cuya presa romana es uno de los mas grandes vestigios romanos conservados en la península, una pena que al ser tan temprano, ( las 6:00 horas de la mañana ) no pude verla con luz diurna, pero si me maravillaron sus luces reflejadas en el agua, bordearla pues el trazado del camino continua sobre su muro de contención y después por su orilla donde se habían instalado merenderos, varios chiringuitos y pequeñas barcas de paseo.
Durante este trayecto había perdido el rastro de las señales amarillas y entendí que no debería seguir bordeando la presa porque acabaría por darle la vuelta completa, así pues tomé un desdibujado sendero a la izquierda que desembocaba en una carretera estrecha con el asfalto en muy mal estado, como seguía sin ver ninguna flecha o señal que me indicase por donde continuar el camino, avancé por esta carretera durante algo mas de 2 kilómetros y mis dudas fueron "in crescendo" si llevaba el camino correcto porque frente a mi fueron aclarando las primeras luces del alba, lo correcto sería tenerlas a mi derecha cuando yo caminase hacia el Norte y no hacia el Este como hacía ya mucho rato caminando.
Afortunadamente, toda mi incertidumbre desapareció cuando en el arcén izquierdo vi el primer indicativo de la Vía de la Plata en la Comunidad Extremeña (cada comunidad tiene el suyo propio ). Se trataba de un cubo de granito de 50 x 50 x 50 cm. en el que hay pegados unos azulejos amarillos en las caras por donde discurre el camino y en el lado superior, unos grabados en la piedra pintados en amarillo indican la dirección a seguir. Esta nueva señal viene a sustituir el hito ó " mojón " también de granito con la concha y la flecha amarilla utilizado en la Ruta Mozárabe por Andalucía.
Con la tranquilidad que da saber que se está en el buen camino, con el sol despuntando ya, ahora si a mi derecha, dejé el asfalto y me incorporé en un sendero de arenilla muy fina y suelta que en los tramos donde se acumulaba mucha, dificultaba un poco el ritmo de la marcha.
Este sendero estaba delimitado en ambos lados por las vallas de fincas ganaderas, tras estas y habiendo caminado ya 13kilometros, llegué al pequeño pueblo de El Carrascalejo situado en una suave loma donde nada mas entrar en el y a modo de bienvenida encontré un cómodo poyete en donde me hice la foto de rigor.
Aquí también encontré una leyenda donde se explicaba el modo de interpretar los cubos de granito que señalaban y diferencian el Camino de Santiago de las
calzadas romanas.
Siguiendo la calle principal, se pasa junto a su iglesia renacentista y pronto se deja atrás el pueblo en una cuesta hacia abajo franqueada por pequeños huertos familiares primero y grandes extensiones de viñedos después.
A continuación, se cruza la A-66 o autovía Ruta de la Plata gracias a un paso existente bajo esta y tras unos escasos 4 kilómetros se alcanza la población de Aljucén.
En esta localidad paré a tomar un ligero desayuno en un céntrico bar, charlando con el camarero sobre mi ruta en aquella jornada, este me comentó que no era necesario llegar al pueblo de Alcuescar que era donde yo había fijado el final de etapa sino que antes de llegar a Alcuescar se encuentra el Cruce de la Herrerías por donde también pasa el Camino de Santiago coincidiendo con el Cordel de Mérida ( vía pecuaria entre Mérida y Cáceres), con lo que me ahorraría unos 5´5 kilómetros de andanza entre el final de esta etapa y comienzo de la siguiente. También el camarero me dio la dirección y teléfono de un hostal en el mismo cruce. Receloso al principio de aquella información pensando que podía tratarse de una estrategia para captar clientela de un establecimiento a otro, a la postre esa charla me salvo el pellejo aquel día.
Dejo la población de Aljucén por medio de sus calles y tomar el camino del moro donde poco mas adelante enlazaría con la carretera N-630,a través de esta, cruzo el río Aljucen y después, a la altura de una gasolinera en el margen de esta carretera, sale un desvío hacia la derecha perfectamente señalizado en donde comienza el
Parque Natural del Cornalvo.
Disfruté mucho caminando a través de este parque natural del que no conocía nada con anterioridad, durante los 6 km. y casi tres horas que anduve por el, este bosquecillo de jaras, encinas y alcornoques
me ofrecía unas sombras que hacían mas llevadero
el recorrido.
El sendero también era de arenilla suave
en su mayoría llano con algunas elevaciones.
El final del recorrido por el Cornalvo marca también el limite provincial entre Badajoz y Cáceres.
Llegados a este punto el cambio es brutal tanto en la vegetación como en la fisonomía del suelo, la arboleda quedó atrás dando paso al monte bajo y pequeñas retamas, el camino también se tornó aspero con mucha piedra suelta, grandes tramos rectos, empinados y tediosos.
Todos estos factores coincidiendo además con las horas de mas calor en ese día, contribuyeron a que sufriese una "pájara" en los últimos tramos.
Alcanzado el punto donde se encuentra la cruz de San Juan (km.30), realicé las ultimas fotos en aquella etapa aún sin terminar, me sentía muy cansado,agotado. Bebí el ultimo sorbo de agua que llevaba, normalmente este trago siempre lo reservo hasta que alcanzo el final de etapa pero mi cuerpo me lo exigía para avanzar unos metros mas.
Aún restaba llegar al alto (km.32.5) y desde allí girar a la derecha y caminar 4 kilómetros mas hasta Alcuescar, descarté esta opción por encontrarme totalmente al limite de mis fuerzas. Giré a mi izquierda y tras alcanzar la carretera local EX-382, descendí por ella aproximadamente 1 km., por fin llegué pasadas las cinco de la tarde al hostal "Los Olivos " situado en el Cruce de las Herrerías. Extenuado, pedí dos vasos de agua el la barra del bar, alojamiento y otra botella de agua de 1,5 L.
Una vez instalado en la habitación, comencé a sentir frío, temblores y ligeros mareos. No se si la fiebre fue a causa de la deshidratación o viceversa pero aquel día, como siempre que tengo un proceso febril, los labios en principio resecos se me fueron llenando de heridas y pústulas que tardaron en sanar algo mas de un mes.
Solo tuve fuerzas para meterme en la cama, bien tapado y acurrucado tratando de vencer el frió que sentía.
Le escribí y envié a mi mujer un escueto SMS " NO ME LLAMES ".... y dormí.