ETAPA 10: ALCALÁ LA REAL - ALCAUDETE 24,87 km.

                                            

                                            
Actividad: senderismo cerca de  Alcalá la Real, Andalucía (España)
Distancia recorrida: 24,87 kilómetros
Altitud min: 553 metros, max: 915 metros
Desnivel acum. subiendo: 534 metros, bajando: 509 metros
Grado de dificultad:  Moderado
Tiempo:   6 horas 44 minutos
Fecha:  octubre 31, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular):   No
Coordenadas: 2392
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                                              Este mundo es el camino

                                              para el otro que es morada

                                              sin pesar,

                                              mas cumple tener buen tino

                                              para andar esta jornada

                                              sin errar.

                                                    -Coplas a la muerte de su padre- (Jorge Manrique).

Corría el mes de octubre, ya en sus últimos días y bien entrado el otoño cuando nos reunimos de nuevo el grupo "500 kilómetros llaneando p´aquí p´allá"(así nos hacíamos llamar desde la segunda etapa, olvidé contar este importante detalle) para dar otra atacada de dos jornadas a nuestra andadura que a la postre iban a ser las ultimas en este año de 2011, no por temor al frío o a las inclemencias meteorológicas, sino por motivos laborales, ya que como ya sabéis, la mayoría de los integrantes de nuestro grupo son agricultores y a estas alturas del año las labores agrícolas se intensifican, es por este motivo por el que Salvador no pudo acompañarnos en la primera de estas dos jornadas.

El trazado de esta etapa es el primero que íbamos a realizar sobre camino oficial de Santiago,en el denominado Camino Mozárabe,concretamente por la llamada ruta del Califato.

                                                                  

                                                                                                                                                                                                                 

En las horas tempranas del día se hacía notar el frío de la mañana , mas aún en Alcalá la Real, nuestro punto de partida, que según nos habían informado algunos lugareños, aquí siempre hay unos cuantos grados menos de temperatura que en otros pueblos limítrofes.

La dirección de las flechas amarillas nos indican el trazado de la ruta a seguir, estas nos conducen fuera del pueblo bajando por una empinada cuesta para dejar atrás el núcleo urbano y continuar por un camino entre extensas tierras de labor con pequeños cortijos y alguna que otra granja diseminados en ellas.
Siguiendo este mismo camino lo que parecía ser una antigua calzada romana dado los restos de empedrado que a tramos se conservan aún.También cruzamos por encima de un puente romano, vestigio de aquella civilización que todavía perdura.

A continuación, nos encontramos con un lugareño que se disponía a ejercitar a un magnifico ejemplar de halcón peregrino (Falco peregrinus) en el arte de la cetrería. Nos retenímos un poco Manolo y yo para ver los ejercicios de vuelo de la rapaz y como esta obedecía todo tipo de ordenes que el cetrero le daba a través de un silbato. Yo en particular, disfruté gratamente de la exhibición de vuelo, pues  siempre me han fascinado este tipo de aves.

"la primera vez en que el hombre no sometió al animal al yugo y al látigo"
-Félix Rodriguez de la Fuente-

Después de ver las peripecias del halcón en pleno vuelo, Manolo y yo tuvímos que apretar el paso para alcanzar el grupo que no paró y además iba en una buena marcha mas que nada, por entrar en calor y sacudirnos así el frío mañanero.
Volví la vista atrás para ver como nos alejamos de Alcalá y vi  la recortada silueta del castillo de la Mota como emergía entre las brumas que envolvían el pueblo a sus pies, me gustó esa imagen y quise conservarla.

El trazado del camino en esta jornada corría casi en paralelo y muy cerca de la carretera N-432 que quedaba a nuestra izquierda y que a tramos se veía entre la frondosa arboleda y altos arbustos que bordeaban la senda.

He de decir que la señalización del Camino de Santiago por medio de las flechas amarillas que indican la dirección a seguir, resultan un poco "cutres", a veces insuficientes y mal situadas ya que en un par de ocasiones, nos encontramos ante una bifurcación y cruces del camino donde no había señalización alguna,dicha señal se encontraba a unos 15 ó 20 metros de uno de los caminos, pintada a grosso modo con spray amarillo sobre una piedra de un balate, en un cortado del terreno o sobre el tronco de algún olivo cercano al paso. Dicha deficiencia en la señalización fue razón por la cual nos despistamos y pasamos de largo del paso subterráneo por donde el camino oficial cruza la carretera para continuar por el margen izquierdo de esta.

Lo dicho, seguimos adelante sin percatarnos que habíamos pasado de largo un cruce por donde continuaba el camino, pero poco después detuvímos la marcha para tomar un bocadillo frente a una "cortijada" en ruinas, situada esta justo en el cruce en que la carretera se divide en dos para llegar una a la población de Castillo de Locubín y otra a Ventas del Carrizal.

El bocadillo fue frugal y al ponernos en marcha de nuevo es cuando caímos en la cuenta de nuestro error, pues no encontramos ninguna flecha amarilla o mojón que nos indicase por donde debíamos seguir, así pues, optamos por continuar por asfalto en dirección a Alcaudete que al fin y al cabo era nuestra meta ese día.

Fue durante este tramo de la etapa donde tal y como se puede observar en la siguiente imagen, transitábamos por el arcén erróneo de la carretera, motivo este por el cual una patrulla de la Guardia Civil nos detuvo el paso indicándonos que debiamos circular por el arcén opuesto, para así poder ver de frente el trafico rodado.

Hicímosle caso a los guardias de trafico, mas aún, en cuanto hubo ocasión,dejamos el asfalto para continuar nuestra andadura por un camino de tierra que daba servicio y acceso a los olivares colindantes. Este camino nos llevaría hasta el pequeño pueblo de Ventas del Carrizal, donde en su entrada localizamos las flechas amarillas que indicaban que volvíamos a transitar de nuevo por camino oficial.

  

   

Nos adentramos en el pueblo descendiendo su empinada arteria principal que es la calle del río hasta llegar precisamente a este, cuyas aguas bajaban rápidas y turbias debido a las lluvias torrenciales caídas días atrás.

 

  

Llegados a este punto teníamos hecho aproximadamente la mitad del recorrido de esta etapa, a partir de aquí y guiados por las indicaciones de las flechas no encontramos mas núcleos de población salvo algunos cortijos aislados de explotaciones agrícolas. 

Así pues avanzamos sin otro paisaje que no fuese las grandes extensiones de olivar que se pierden en la vista. Marchamos a ritmo tranquilo y moderado,aprovechando la ausencia de Salvador que es el que impone un punto mas de velocidad en las etapas. 



En otro descanso en el camino, Beavic aprovecha para introducir
 en su móvil las coordenadas de la ruta realizada,esta información
me es de gran ayuda para la confección de este blog y que publíco
a principio de cada entrada. MUCHAS GRACIAS BEA.





Piensa que la alambrada sólo es
un trozo de metal
algo que nunca puede detener
sus ansias de volar.
-Nino Bravo-

Sin prisa y con algunas pausas mas, llegamos al final de la etapa de ese día en Alcaudete, población Jiennense y muy próxima a la provincia de Córdoba. Saciamos nuestra sed en una fuente a la entrada del pueblo para después buscar sitio donde sentarnos a comer y posteriormente buscar la pensión concertada para pernoctar.

También había un cartel informativo sobre la Ruta Mozárabe al que le echémos un vistazo y hacer cálculos sobre la distancia recorrida y la aún mas por recorrer.

  

   

                                                                                                        

Esa misma noche, salímos  a dar un paseo por las calles de Alcaudete y de paso cenar, Salvador se unió al grupo para hacer la etapa del día siguiente. Tomamos unas cañas en un céntrico bar donde Manolo y Juan intentaron hacer amistad con un grupo de lugareñas con la escusa de informarse sobre la localización de alguna discoteca y si ellas iban a estar allí. Ni que decir cabe que el resultado fue infructuoso, así que.... 

                                                         vamos a la cama 

                                                         que hay que descansar 

                                                         para que mañana 

                                                         podamos madrugar. 

                 

                                                                    -recuerdos de mi infancia -