DIFICULTAD: MODERADA
TIEMPO: 7 HORAS
4/09/2014, jueves.
Es un recorrido muy similar al de la etapa anterior, siguiendo casi el mismo trazado que la carretera LU-530, solo que en esta jornada es mayor el transito por caminos y senderos de tierra, enlazando esporádicamente con el asfalto solo para cruzar la carretera evitando así amplias curvas de esta y en ocasiones un corto paseo por ella.
A casi 2 kilómetros del comienzo de esta jornada en Fonsagrada, llego a la pequeña aldea de Padrón, muy temprano aún sin luz diurna.
El albergue municipal se encuentra en el margen izquierdo de la carretera, al otro lado nace un sendero que se interna en la aldea, pasa junto a su iglesia y se aleja por una vereda estrecha. El rocío caído de madrugada empapaba las altas hierbas que mojaban mis pantalones al pasar. esta vereda discurre en un nivel inferior practicamente pegada a la carretera para acceder a ella en el cruce de Carracedo, Arqueira y Castro.
Pero nuevamente cruzamos de lado frente a la fachada del cementerio de Padrón donde nace otro sendero entre pinos que nos devuelve al asfalto junto a un merendero con mesas de madera y una fuente donde reponer agua.
Se continúa por una pista forestal mas ancha cubierta de coníferas que ataja un largo tramo de la carretera dejando a un lado la localidad de Vilardongo y apenas se roza la de Pedrafitelas desde donde tras medio kilómetro en ligero ascenso se llega a un mirador, pero la niebla matutina no me dejó captar buenas fotos, si quise hacerle una a un escueto pero significatívo mensaje que algún sufrido peregrino dejó plasmado en un cartel de madera.
Un poquito mas adelante, esta vez si se transita por medio de la bonita y apacible aldea de Montouto, de pequeñas casas de piedra y tejados de pizarra a ras de calle.
Hasta aquí hube recorrido unos 8 km., no había ningún parroquiano en la calle con quien poder intercambiar un saludo. Esa fue otra constante en esta jornada, la soledad, tampoco me encontré con algún peregrino por ahora.
Sigo en un ascenso suave por una ladera con vegetación baja hasta una sencilla ermita y frente a ella, el derruido hospital para peregrinos de Montouto.
Comienzo una larga bajada de 3,5 km. esta vez si, por una senda cubierta de espesa vegetación y arboleda.
Me encuentro con un mesón con aspecto de antigua posada encastrado en el bosque y entro en él con la urgencia de darle a mi estómago alguna satisfacción, pues habían transcurrido casi 4 horas desde comencé esta jornada sin haber desayunado siquiera.
La posada estaba vacía y me recibió su casero de aspecto rockero, acorde con la música que ambientaba el local. De trato amabilísimo y de un servicio aún mejor, pude repetir café y tostadas varias veces por tan solo 4 €. ¡Fenomenal!
Tras de mi, fueron llegando mas peregrinos a la posada y otros mas pasaban de largo.
Paradavella |
Iglesia de San Lorenzo, Degolada |
O Couto |
Antes acceder otra vez a la carretera es preciso salvar la agotadora pendiente de la conocida como la Costa do Sapo (cuesta del sapo) de casi 1 kilómetro de longitud, tuve que parar varias veces para no cargar las piernas y recuperar la respiración.
En el tramo final, paso junto a un asentamiento de colmenas pero sin peligro alguno, es bien sabido que a las abejas si no se les molestan ellas no molestan, salvo que el caminante despida algún olor por el que se sientan atraídas.
Sin apenas aliento se intercepta de nuevo la carretera en una curva justo a la entrada de A Lastra, esta localidad cuenta con bar para servicio del peregrino.
The observer |
Se continua en ascenso, eso si, mucho mas suave, por una pista forestal para desembocar otra vez en la LU-530 a la altura del Alto de Fontaneira y poco mas adelante la población con el mismo nombre.
Por un carril junto a su cementerio se prosigue la marcha para interceptar por última vez la carretera y circular por ella. Al cabo de unos 2 km. de haber abandonado Fontaneira, se toma un desvío por el margen derecho del asfalto para afrontar una larguísima recta sobre un camino de tierra en descenso que desemboca en una meseta conocida como Campo da Matanza y en cuya planicie cuenta la leyenda que se desarrolló la batalla entre el ejercito de Alfonso II "El Casto" contra los musulmanes.
Campo da Matanza |
Salta la tierra y de su entraña pierde
savia, veneno y alameda verde.
Palpita, cruje, azota, empuja, estalla.
La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla.
Rafael Alberti.
Y solo resta seguir descendiendo los últimos metros para llagar a Cádavo Baleira, meta de esta etapa que ya se divisa en el fondo del valle.
Albergue |
Me registré en recepción a la par con dos chicas jóvenes catalanas ( no supe sus nombres) con las que después compartiría charla y almuerzo.
También tuve un feliz reencuentro con David, el joven peregrino alemán que conocí de forma fugaz en el albergue de La Mesa. Muy divertido, se defendía bastaste bien en varios idiomas como pude comprobar en la larga conversación que mantuvimos en la sobremesa compartida con una pareja de peregrinos canadienses con los que David sirvió como interprete también en francés e inglés, ¡que envidia y admiración ante su conocimiento con las idiomas! Pase un buen rato bromeando y aprovechándome de su joven ingenuidad y noble carácter.
O Cádavo como cabeza del concello de Baleira, para mi, no tiene mucho atractivo, por lo que pude percibir recorriendo sus calles. Eso si, cuenta con numerosos bares, pubs, tiendas, talleres, hoteles... pero todo de reciente construcción, nada que despertase curiosidad.
Ayuntamiento de O Cádavo |
Pues nada, una cena ligeríta y antes de dormir una risas mas con David preparando la etapa siguiente en la que de nuevo tomaríamos contacto con la gran ciudad, que también ya echaba de menos.
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