Actividad: senderismo
cerca de Iznalloz, Andalucía (España)
Distancia recorrida: 21.42 kilómetros
Altitud min: 746 metros, max: 1,136 metros
Desnivel acum. subiendo: 439 metros, bajando: 303 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 6 horas 21 minutos
Fecha: September 23, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular): No
Coordenadas: 2109
Información de la ruta realizada por Beavic, VER MAPA
Altitud min: 746 metros, max: 1,136 metros
Desnivel acum. subiendo: 439 metros, bajando: 303 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 6 horas 21 minutos
Fecha: September 23, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular): No
Coordenadas: 2109
Información de la ruta realizada por Beavic, VER MAPA
"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".
-Miguel de Cervantes Saavedra-
En Iznalloz, siendo las 7:30 horas de día 10 de Septiembre de 2011.
COMPARECEN
Guillermo, Salvador, Juanjo, Gabriela, Beatriz, Eduardo, Patricia, Purificación, Juan, Mª. del Mar, José y Manolo. Todos ellos aquí identificados:
Tras dejar los vehículos aparcados en una céntrica plaza en el pueblo, todos los integrantes arriba mencionados perfectamente pertrechados y en pleno uso de sus facultades físicas se disponen a afrontar una etapa mas con el siguiente
ORDEN DEL DÍA
1º.- Recorrido a pie de la distancia que separa las dos poblaciones descritas en la cabecera de este documento, distas entre sí de 21´42 kilómetros.
Dejamos atrás el casco urbano del bonito pueblo de Iznalloz, ya en las afueras marchamos por la carretera A-4000 durante un corto tramo pues enseguida la abandonamos para seguir por un camino de tierra y después por medio de olivos para llegar a la autovía de Sierra Nevada A-44 frente a la Venta de la Nava.
Atravesamos la autovía para seguir nuestra andadura por la antigua carretera nacional N-323 BAILEN - GRANADA actualmente en desuso y con escaso trafico rodado desde la construcción de la Autovía. En algunos largos tramos de esta carretera, había unos desniveles de bastante consideración. En una de las innumerables curvas de esta carretera, nos encontramos con el guarda forestal de esta zona con el que mantuvimos una agradable charla, primero le preguntamos que como podíamos llegar a Benalúa desde allí y el nos indicó el itinerario a seguir. Preguntó este por nuestra procedencia y por la misión que llevábamos a cabo, al hacerle saber que veníamos desde el Ejido - Almería y que estábamos haciendo el Camino de Santiago, su expresión fue de manifiesto asombro dada la cantidad de kilómetros que aún nos restaban para llegar a la meta final desde estas latitudes.
¡Suerte y animo!-dijo cuando nos despedimos.
Bueno,¡ mas animo que suerte! - rectificó.
¡Suerte y animo!-dijo cuando nos despedimos.
Bueno,¡ mas animo que suerte! - rectificó.
Siguiendo la indicaciones del guarda continuamos ascendiendo por la empinada carretera hasta coronar el Puerto del Zegrí, donde tomamos un camino asfaltado hacia nuestra izquierda bordeado en todo su recorrido por pequeños chaparros de encinas, donde en uno de sus margenes, hicimos un alto para comer.
Pico de la Cabra visto desde la sierra del Pozuelo |
pico del Rayo |
Patricia en su garboso caminar |
Después del breve refrigerio pusimos rumbo a la Sierra del Rayo cuya falda por su parte sur se encontraba mutilada por una enorme cantera en la que circulaban a su alrededor enormes camiones cargados de material.
Dejamos atrás la cantera y la sierra cuyos pinares sobre su falda iban poco a poco dando paso a extensos campos de olivos y grandes terrenos de siembra en los que solo quedaba ya rastrojos tras la siega. Debía haber también restos de grano esparcido por el suelo dada la gran cantidad de animales que llegamos a ver, en su mayoría perdices y conejos que en época de caza, harán las delicias para los amantes de esta practica cinegética.
Caminamos ahora por la llamada calle del Paseo que no era sino una larguisima calle de Benalúa que discurría por olivares e incluso se adentraba en la propia Sierra.
Levábamos ya bastante trecho recorrido y durante todo ese tiempo no habíamos visto ninguna fuente de agua, salvo una pequeña acequia de riego que nos sirvió para resfrescarnos un poco pues a esa hora del día, el sol se encontraba en su cénit y los olivos no ofrecían sombra alguna. Fue la suma del calor reinante con el cansancio físico lo que produjo en Mari un leve desvanecimiento siendo rápidamente atendida por su marido Salvador que la condujo al cobijo de la sombra de un olivo para que una vez allí también fuese asistida por por la siempre tan servicial Gabi y su siempre también amable marido Juanjo. En principio me abstuve de tomar ninguna imagen sobre este suceso, para no hacer leña del árbol caído, pero fue Juan quien insistió en inmortalizar ese momento por lo que al final accedí a hacer una foto de esta escena.
Fruto de los mimos y cuidados que Mari recibió de su marido y amigos fue que recobró rápidamente la consciencia y equilibrio sin consecuencia alguna.
De lo que aconteció con el infante José .
Casi a la par de la momentánea y pasajera pérdida de consciencia de Mª del Mar, ocurrió el hecho insólito del que, José en perfecta simbiosis y al unísono con su madre se vio afectado también por un desvanecimiento que le obligó a tenderse sobre el duro y ardiente asfalto, sin darle tiempo ni siquiera a pedir ayuda urgente.
Fue Manolo quien por encontrarse mas próximo a José acudió el primero en su ayuda rápido y veloz como una centella, tal y como se ve en esta imagen de al lado, en su cara se refleja la angustia y temor de ver a su mas estimado sobrino en tan lamentable estado. Tras unos momentos de incertidumbre, José recobró el conocimiento gracias a los exaustivos y fraternales cuidados que le proporcionó su tío Manolo mas propios de toda una profesional de enfermería como Gabi que en esos mismos momentos atendía a Mari que también se recuperó satisfactoriamente.
Tras estos sucesos que afortunadamente no acarrearon tragedia o desazón alguna, pudimos continuar nuestro camino quedando estos hechos como una anécdota mas de las muchas por contar de nuestra aventura.
-FIN-
Tras estos sucesos que afortunadamente no acarrearon tragedia o desazón alguna, pudimos continuar nuestro camino quedando estos hechos como una anécdota mas de las muchas por contar de nuestra aventura.
-FIN-
Como ya expresé anteriormente, circulábamos por una calle del pueblo de Benalúa de las Villas, localidad a la que llegamos poco después de los hechos acontecidos y relatados anteriormente.
Lo primero que nos encontramos a la entrada del pueblo fue con un bonito y pulcro cementerio que se podía ver en su totalidad ya que la carretera por la que circulábamos se encontraba en una altura mas elevada que sus muros.
Después, para mas regocijo de todos nosotros vimos un largo y sombreado POYETE del que hicimos buen uso de el, no solo los miembros de su club de fans sino todos nosotros en totalidad que nos proporcionó un buen descanso.
Aunque este lugar iba a ser nuestra meta de ese día, debatimos y decidimos continuar un poco mas para restarle unos kilómetros a la etapa del día siguiente.
Manolo, Patricia y José se quedaron aquí con la tarea de volver en taxi a por los coches en Iznalloz y recogernos en camino, así que una vez descansados continuamos con la marcha,atravesando y saliendo del pueblo para tomar la carretera A 403 en dirección de Alcalá la Real. Seguimos en ella hasta que en sendos coches,Manolo y Patricia nos dieron alcance justo a la altura del Embalse de la Colomera, dando fin a esta etapa.
Pantano de la Colomera |
Parecemos vendedores de la O.N.C.E. |
El lugar de pernocta elegído para ese día fue la localidad de Alcalá la Real de la provincia de Jaen, que también iba a ser la llegada en la etapa siguiente, nos trasladamos allí y después del almuerzo con una reparadora siesta,dimos una vuelta por esta localidad. Lo que mas llamó mi atención fue la gran cantidad de lugares de culto religioso que en ella había,con todo ello, tuvimos que sellar nuestras cartillas en un museo autorizado.
Otra curiosidad fue la iglesia de San Antón por su peculiar construcción en forma de cruz griega.
Iglesia de San Antón (fotografía de Beavic) |
Y como no subir la empinadisima cuesta para visitar la Fortaleza de la Mota, de la cual no pudimos ver su interior por falta de tiempo, quedando así una cuenta pendiente para hacerlo en otra ocasión. Pero pasamos un rato agradable paseando por sus jardines y terrazas exteriores.
Fortaleza de la Mota |
2º.- Ruegos y preguntas.
Véase anexo adjunto en el apartado de comentarios.
Y sin nada mas que añadir, se da por terminada esta etapa del lugar y fecha arriba indicados.
Doy fé. Lo signo y rubrico.
ResponderEliminarQuerido Guillermo, siempre es un agradable placer descubrir una nueva entrada en tu blog. Queda patente que no soy muy asidua a estas páginas ya que he tardado cierto tiempo en descubrir este nuevo relato, pero tu labia y tu narrativa me cautivan, así que prometo volver con más frecuencia (queda escrito). Un saludo afectuoso de la única caminante que ya conoce lo que es llegar a la Plaza Do Obradoiro.
ResponderEliminarCautivo soy de tu gracia y simpatía mi querída y conocida anonima, la verdad es que lo mio no tiene mérito algúno ya que los escenarios y personajes vienen dados, yo tan solo me limito al relato de los aconteceres, permitiendome alguna libertad literaria cuando viene al pelo y disfruto con ello.Espero que te unas a nosotros en alguna ocasión mas para completar esta "hazaña" que tu ya has logrado. Muchas gracias por pasarte por aquí.
Eliminar