sábado, 28 de abril de 2012

ETAPA13:Cortijo de Cubas - CÓRDOBA 30,41 km.


Elevation Profile

Actividad: senderismo
cerca de  Espejo, Andalucía (España)
Distancia recorrida: 30,41 kilómetros
Altitud min: 98 metros, max: 301 metros
Desnivel acum. subiendo: 352 metros, bajando: 405 metros
Grado de dificultad:  Moderado
Tiempo:   9 horas 37 minutos
Fecha:  marzo 24, 2012
Finaliza en el punto de partida (circular):   No
Coordenadas: 2989
Hoja de ruta, BEAVIC


LA DE CAL.

Día 24 de marzo, sábado.
!! Que bonita etapa la de aquel día ¡¡ Todos los elementos se conjugaron para que pudiésemos disfrutar de aquella jornada. La climatología, día nublado pero sin lluvia y una brisa suave y fresca nos acompañó durante todo el camino.La ruta, la mas larga de todas las que llevamos hasta ahora,cómoda y con muy bonitos paisajes. La compañía, amable como siempre pero relajada y distendida en este trayecto. La llegada, apasionante, alegre y feliz,una recompensa al esfuerzo realizado... vamos ¡Un disfrute!
El mismo taxi que nos llevó a Córdoba fue el encargado de recogernos en la Capital y llevarnos al punto donde habíamos dejado la andadura el día anterior.

Comenzamos por un corto trayecto por la carretera local CO-3204(unos 100m. aprox.), para enseguida tomar un camino a la izquierda de este según nos indicaban las señales amarillas, pasamos junto a uno de los margenes del río Guadajoz para después subir una de las muchas lomas que íbamos a coronar aquel día, tal como se puede apreciar en el perfil de la etapa.
Esta etapa iba a ser lo que en el argot ciclista se conoce como "rompepiernas".








La ruta transcurría a lo largo  del sendero GR-43 o cordel de la campiña que no era sino una antigua calzada romana en la que no hubo ni un solo nucleo urbano hasta llegado a Córdoba.
Así pues, continuamos por esta calzada donde un poco mas adelante nos encontramos con los restos del antiguo asentamiento romano de Ategua donde tuvímos que vadear el arroyo de Fontalba pues el viejo puente del genoves no lo cruzaba.
Paso a paso, seguiamos avanzando gracias a que el camino estaba bien señalizado y no ofrecía pérdida alguna, marchamos en grupo unído ¡que raro!


Hicímos una breve pausa para repostar un poco y al iniciar de nuevo la marcha, me uní con Salvador y Juanjo que se habian descolgado del resto del grupo para inspeccionar un pozo. Merced al ritmo relajado con el que marcham tras el repostaje, los tres nos pusimos a filosofar,
primus mangere deinde filosofare
 conversamos sobre educación y el saber estar, poco a poco, el desvelo social dío paso a la cultura, Juanjo y yo estuvimos diseccionando algunos pasajes de "El Conde Lucanor", libro que ambos habíamos leído y que desde aquí recomiendo por su fácil ,entretenida y divertida lectura, pero mas por su enriquecedor lenguaje. En fin, que " d´aquesta  manera se fiço mas ameno el caminar".

                                     Por miedo de las criticas, no dejéis de facer
                                     lo que más conveniente os pareciere ser.
                                                               
                                                                            -El Conde Lucanor- Don Juan Manuel





vistas de la campiña córdobesa

Sobre media mañana y tras el camino andado,hicimos otro descanso para " mamar" un poco de "teta" en la siempre generosa y reconstituyente bota de Eduardo. Aún nos restaban algo mas de 18km. para llegar a Córdoba, a partir de aquí el paisaje cambió considerablemente, si hasta ahora habíamos disfrutado de suaves y extensos llanos sembrados de trigo con jaramagos adornando los bordes del camino, ahora los campos se tornaron despoblados de toda vegetación, grandes superficies de terreno baldías y aradas, preparadas para la siembra de un cultivo mas de secano como es el girasol.
Otro hecho destacable durante este trayecto fue la cantidad de conejos y alguna que otro liebre que se cruzaban veloces delante nuestro y  que tenían los bordes del camino totalmente horadados con sus madrigueras.Dada la sorpresa que nos causaban al saltar a nuestro paso y lo rápidamente que se escondían , me fue imposible sacar foto alguna para ilustrar este comentario.



Llegados al cruce con la carretera CO-3109, seguimos adelante en  nuestro camino denominado según los mapas camino pecuario CP-272 ó vereda de Granada. Ahora tocaba bajar una larguisima cuesta donde al fondo de esta, los mas adelantados esperamos a los rezagados sentados sobre un improvisado poyete al borde de un puente.







 Mari lo pasó fatal en esta jornada debido a las heridas en un pie y que también sufrió en la etapa anterior, consecuencia de esto fue que el ritmo de la marcha se aminoró bastante, procuramos no distanciarnos mucho de ella, aunque para apoyo fue el que recibió de su marido Salvador, caminando a su lado durante todo el camino y no hubiese dudado en cargar con su mujer sobre su espalda caso de que fuese necesario, tal es el amor que ambos se procesan.
El camino se hizo ancho pero seguía siendo de un continuo subir y bajar crestas preguntándonos Eduardo y yo, tras cual de ellas daríamos vista a Córdoba. Fue Eduardo quien acertó mientras ascendíamos la ultima loma reconociendo en el horizonte el perfil de Sierra Morena para un poco mas tarde vislumbrar ya la ciudad de Córdoba y el valle de Guadalquivir.

Aprovechando otra de las paradas para esperar a Mari, nos dispusimos a comer y descansar un poco, lo hicimos junto al Aeródromo El Judio, pista utilizada para el despegue y aterrizaje de ultraligeros y parapentes a motor. También se aprovechó esta pausa para que Gabi (repito,siempre tan servicial) ejerciese su profesión, atendiendo y curando las heridas en los pies de Mari,en un intento de hacerle mas cómodo este ultimo tramo del camino.


 


























Tras el avituallamiento, nos sobrevíno la inevitable modorra que invitaba a echarnos una corta y reponedora siesta antes de acometer los últimos 6 kms. que aún nos restaban para nuestra meta.

Dijo una vez un sabio amigo mío,por cierto DEP:
"para estar de pie, mejor sentado
y para estar sentado, mejor tumbado"





Se nos hizo un poco largo llegar pero ayudó el que este último recorrido fuese cuesta abajo y que nos encontrásemos algún que otro socorrido poyete en el que descansar. Al final, ya con la ciudad de fondo, se buscó el mejor encuadre para inmortalizar el momento en la foto de rigor.




Accedimos al casco urbano a través del puente romano, pasando junto a la Torre de la Calahorra, era un hervidero de gente circulando en ambas direcciones. La llegada nos supuso el alivio (sobre todo a Mari)
de haber completado la etapa mas larga de las que hasta ahora habíamos recorrido.
Tras pasear junto a los muros de la Mezquita, accedimos a su interior donde sentados en sus jardines,esperamos pacientemente a que Juanjo tras recopilar todas nuestras cartillas de peregrino, fuese a sellarlas en las oficinas de la Mezquita.



 






                                                                                                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario