PASEABA POR LA MEZQUITA - Suplemento turistico de Elpoyete.

                                              
                                               Córdoba,
                                               cristiana blanca y reina mora
                                               paseo tus calles, clavel y rosas...
                                                                        
                                                                          -Medina - Azahara -


2 noches y 1/2 mañana menos 1 hora fue nuestra estancia en la ciudad de Córdoba. Este post lo voy a dedicar a mostrar imagenes que tomé durante ese corto periodo de tiempo, me hubiese gustado disponer de mas días aquí y conocer lugares y rincones nuevos de este lugar.

Como ya comenté en un anterior post, hacer el Camino te permite descubrir pueblos y lugares a los que intentaré volver sin el yugo del tiempo para conocerlos mas en profundidad.

Naturalmente, Córdoba ya la conocía de haberla visitado en varias ocasiones, pero eso no quita que me gustase volver para perderme (como ya me pasó en una visita anterior y en esta) por las laberínticas calles de la Judería, explorar la ruinas de Medina-Azahara, visitar el Alcázar de los Reyes o ver uno por uno sus famosos patios engalanados. Tiempo al tiempo.

En la primera noche en esta ciudad, salimos de cervezas y a conocer el ambiente nocturno, era viernes,en las calles había bullicio de gente comenzando a disfrutar del fin de semana y los bares se encontraban atestados de clientes.Nos sentamos en la terraza de uno de ellos junto a los muros laterales de la Parroquia de San Miguel.  

 

Tanto Beatriz y yo, nos dimos cuenta de la mezcolanza de estilos arquitectónicos en esta iglesia solo con ver el muro lateral en que nos encontramos, de planta románica, puerta lateral árabe (de herradura) y ventana gótica.En el enlace que sobre esta iglesia he puesto, explica el porque de estos diferentes estilos.

Al hilo de este tema, he recordado que en este blog iba a reseñar algunas características que yo veo en cada uno de mis compañeros de viaje.

Es el turno de Bea, encuentro muy interesante su forma de ser, muy callada pero siempre alerta por eso en cuanto ella abre la boca para hablar, automáticamente yo abro mis oídos, pues resulta siempre muy locuaz cuando en el grupo se habla sobre temas de actualidad, políticos y sobre todo de historia ya que esto último le apasiona y posee gran conocimiento.

Sentados en aquella terraza y paseando después por las calles atiborradas de gente camino del hospedaje, pude observar otros muchos monumentos y no precisamente pétreos sino todo lo contrario. Las mujeres cordobesas siempre han tenido fama de ser guapas, MUY GUAPAS y doy fe de ello, llama mucho la atención sus grandes y oscuros ojos que con un poco de maquillaje ellas los oscurecen mas aún, consiguiendo de esta manera resaltar todavía mas si cabe su belleza. Ya lo dice la copla que habla también de aquel famoso pintor de esta tierra. 

                                                    Julio Romero de Torres

                                                    pintó la mujer morena

                                                   con los ojos de misterio

                                                   y el alma llena de pena.

No parecían tener mucha pena aquella noche de viernes y te alegraban el espíritu con su sola visión.

A la mañana siguiente, Juan y yo nos levantamos muy temprano y en espera de que se levantasen el resto del grupo,dimos una vuelta por la ciudad paseando por sus calles y parques, allí nos cruzamos con varios grupos de jóvenes que volvían de fiesta de la noche anterior, vociferantes, alegres, divertidos y cansados.

                       Ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador. - Sabina -

En la segunda noche que salimos tras haber terminado nuestra andadura y haber descansado, tomamos  un itinerario distinto a la noche de antes. Esta vez deambulamos por los bares cercanos a la Mezquita-catedral y recorrimos sus estrechas calles.  

La vida nocturna por aquellos alrededores era muy activa e invitaba a ser participe de ella en todos los bares, pubs, cafeterías y demás antros, pero el cansancio de las dos etapas andadas hizo mella en nosotros con lo que nos retiramos pronto a dormir.

La 1/2 mañana se pasó volando porque coincidió con el cambio de
hora del solsticio de verano por lo que se la restó una hora a aquel día.
Juan se levantó temprano pues el quería visitar el interior de la Mezquita que no había visto aún, yo si la tenía recorrida en anteriores ocasiones, pero decidí acompañarle para tomar algunas imagenes con las que ilustrar este blog. Así pues, tras desayunar saquemos las entradas y esperamos pacientemente a que accediesen delante nuestra un numeroso grupo de estudiantes quinceañeros franceses.
Ya en el interior, la Mezquita me pareció nuevamente bella, con sus infinitos y característicos arcos arquitectónicos con sus peculiares y vivos colores.

La  Catedral, edificación "encastrada" dentro del recinto de la Mezquita con mejor ó peor logro.



El campanario fue construido aprovechando
la edificación del anterior minarete

 

Para las fotos, intenté buscar los ángulos de la tranquilidad que decía Battiato, captar imagenes exentas de personal, tarea que me resulto difícil ya que los numerosos y ruidosos estudiantes gabachos aparecían por todos lados haciendo caso omiso del frecuente chisssssteo de sus monitores llamándolos al orden. A estos jóvenes hubo que añadirle también una visita guiada de un grupo de vejetes japoneses,sus omnipresentes cámaras de fotos colgadas al cuello, respetuosos y obedientes, siempre muy atentos a las explicaciones de su interprete.
Y un grupo mas reducido de turistas alemanes, estos a pesar de llevar también guia, iban mas por libre al contrario que los japoneses bien ordenadítos en manada.

Ya en el exterior,comenzaba el bullicio de gente, habían abierto sus puertas los bares y tiendas de souvenir, mientras Juan regateaba los precios de las compras que hizo en una de ellas, me entretuve paseando por los alrededores, perdiéndome por calles estrechas y desiertas.

 

 

Después fui en busca de Juan que había salido de la tienda de regalos un tanto decepcionado pues no obtuvo rebaja alguna en el precio de sus compras a pesar del regateo con la dependienta. Nos reunimos con el resto del grupo con el tiempo justo de cargar el equipaje en el vehículo y emprender el viaje de vuelta, poniendo fin a esta escapada y esperando buscar próximas fechas asequibles para todos para andar unas etapas mas  que sobre el itinerario previsto, prometen ser interesantes. Hasta entonces, un saludo.