domingo, 1 de diciembre de 2013

ETAPA 43: ALTO DO POIO - SARRIA 31,9 KM.






 DIFICULTAD: MEDIA.
TIEMPO: 7,30 HORAS.



Esta jornada tuvo dos partes bien  diferenciadas una de la otra mas o menos a mitad de etapa.
En la primera fue todo en descenso desde el Alto do Poio hasta Triacastela, a partir de aquí, una fuerte subida a San Xil continuado con un falso llano hasta Sarria.
De la misma puerta del albergue de Alto do Poio, parte un carril estrecho adosado a la carretera LU- 633, en realidad esta carretera sigue el mismo trazado que el camino durante esta primera parte que comentaba antes.
Por el carril se cubre la distancia de 3,5 kilómetros hasta Fonfría, pequeña aldea perteneciente al Concello de Pedrafita do Cebreiro en la que pasa el camino por su calle principal.




 Superado este núcleo urbano, se retorna de nuevo el sendero, que en este itinerario se aleja y se cruza en varios puntos con la carretera en un recorrido mas recto, evitando así el sinuoso trazado de la vía.
En este recorrido, a una distancia de 2,4 km. de Fonfría se encuentra la parroquia de O Biduedo que forma parte del Concello de Triacastela.

 

El descenso se hace ahora mas pronunciado en una pista mas ancha con un firme muy irregular de roca sujeta al terreno. las vistas desde aquí eran impresionantes pues se divisaba un amplio valle cubierto de brumas que impedían ver la población de Triacastela, en el fondo de este.


Se llega así a la aldea de Filloval, que se cruza enseguida para continuar por un tramo del camino muy bonito cubierto de arboleda. Allí coincidí de nuevo con mis amigos José y Belén, la parejita de El Ferrol, y en su agradable compañía seguí restando distancias a esta jornada.

  
Por el paso entre frondosos robles y castaños, llamó nuestra atención un cartel forestal que advertía a los visitantes la posible presencia de osos pardos??? en este lugar. Evidentemente, no vimos rastro alguno de estos plantígrados.
Pasantes es una larga aldea a la que se llega en una distancia de 1,5 km. desde Filloval, hay que atravesarla en toda su longitud.


 1,3 km. mas adelante se sucede la diminuta aldea de Ramil cuyo reclamo turístico, un majestuoso y octocentenario castaño recibe a los viajeros a su entrada. .


Y ya por fin, casi pegadas una a la otra se encuentra la localidad de Triacastela.
 Quise sellar la credencial en el albergue de la Xunta que se encontraba en un descampado a la entrada del pueblo pero estaba cerrado, un cartel en la puerta indicaba que abría a las 13:00 horas, eran las 10:30h.


En Triacastela, el peregrino se encuentra con dos opciones para seguir su camino. La primera opción y mas larga (24.7 km.), es tomar la ruta hacia Samos cuyo principal atractivo es visitar su famoso monasterio. La segunda, es dirigirse hacia la localidad de San Xil. Esta opción presenta un itinerario mas corto (18,3 km.).
José y Belén decidieron dirigirse hacia Samos por lo del monasterio, y yo por San Xil para ahorrarme casi 6,5 kilómetros de caminata.













 De tal modo que volvimos a despedirnos con el deseo de volver a encontrarnos en el camino, como así ocurrió.
                               Arrieros sémos y en el camino nos encontraremos.


Antes de abandonar Triacastela, deambulé por sus calles sin prisas pues llevaba buena hora, incluso paré a tomar un bocadillo sobre un confortable poyete.






 Cuando volví a ponerme en marcha pasé junto al cementerio de este pueblo y llamó mucho mi atención tanto su ubicación (en pleno centro junto a su iglesia), como por la ausencia de nichos, todo eran tumbas en la tierra.
Este fue el primero que me sorprendió, pero el tema de los cementerios en Galicia fué algo que me dio que pensar y que trataré mas a fondo en un asunto aparte.


Para llegar a San Xil hay que superar una subida de mas de 200m. de desnivel en un tramo de 3km.




 
 El trazado del camino, no pasa por medio de este pueblo y continua en ascenso por una pista asfaltada hasta el Alto de Riocabo en cuya cumbre surge un sendero a la derecha que inicia la bajada entre una frondosa masa forestal. Aquel día fue muy soleado por lo que la sombra que ofrecían los arboles durante este trayecto, hacían la caminata mucho mas agradable y relajada.



 El sendero se estrechaba y quedaba hundido entre dos paredes de tierra cubiertas de vegetación.
 Tras algo mas de 2 kilómetros llego a la altura de la aldea de Montán por la que tampoco paso pues esta queda a la izquierda, pero si ofrece al peregrino una maquina expendedora de bebidas al borde del camino junto a un merendero.






En la bajada, cruzo la carretera LU-P-5602 y camino de nuevo por el tupido bosque y por medio de grandes prados para volver otra vez al asfalto a la entrada de Furela, última parroquia del Concello de Samos.




1,3 kilómetros mas adelante entro en la pequeña aldea de Pitín, perteneciente al Concello de Sarria.
Aquí, en un cercado de vacas, me entretuve un poco haciendo "el chorra" con ellas, hasta que vino el pastor para sacarlas al campo, antes le pedí que me hiciese una foto con sus animales.





A escasos 2 km. llego a la población de Aguiada, en este punto convergen también los peregrinos que optaron por hacer el camino por la variante de Samos, por lo que el tráfico de viandantes se incrementó bastante.








En el último tramo hasta Sarria (4,7 km) se hace integramente por un carril que nace a la salida de Aguiada y que transcurre adosado al margen derecho de la carretera.




Sarria es un núcleo urbano bastante grande y con todo tipo de servicios y comercios. Después de alojarme en su albergue y descansar un rato, salí a dar una vuelta por el pueblo y hacer unas compras. Aproveché también el servicio de lavandería que ofrecía el albergue para "adecentar" un poco mi vestuario, que buena falta tenía.
 Aún quedaba mucho camino por delante, pero infinitamente menos del que había dejado atrás.

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