martes, 17 de diciembre de 2013

ETAPA 44: SARRIA - AIREXE 39,8 KM.




DIFICULTAD: MODERADA
TIEMPO: 11,30 HORAS
                                                       
De aldea en aldea
el viento lo lleva
siguiendo el sendero...
                                                                         -El titiritero- J.M.Serrat.

Jueves, 10 de octubre de 2013.

Para este día, me permití el lujo de contratar un servicio de porteador de equipaje, es decir, el propio dueño del bar donde desayuné se ofrecía para llevar en su furgoneta la mochila hasta el lugar donde acaba la etapa (Portomarín) por un precio de 6€, a mí me cobró 8€ por llevármela hasta un punto mas avanzado.
El gasto extra pagado para aliviar el peso de la carga sobre la espalda, lo contrarresté privandome ese día de otro lujo, la comida.
Los primeros 6 kilómetros de esta jornada los recorrí en la oscuridad de la noche, durante aproximadamente hora y media antes de que amaneciese, así que me abstuve de hacer fotos, total ¿Pá que?
La salida de Sarriá se realiza ascendiendo por su calle principal (Rúa Mayor), pasando junto a un mirador desde el cual hubiese podido divisar todo el núcleo de Sarria, de no ser por el horario temprano (noche cerrada) y una espesa y aplastada niebla que lo cubría todo.
Al final de la calle, comienza un descenso corto hasta un área recreativa junto a un pequeño río que se cruza por un también pequeño y bonito puente medieval. Comienza en este punto un empinado repecho a través de un angosto sendero entre enormes castaños.
A pesar de la hora tan intempestiva, noté un mayor incremento de peregrinos realizando el camino desde la misma salida de Sarriá. La explicación a esta masificación de gente, es que son muchos (en su mayoría "guiris") los que comienzan su peregrinaje hacia Santiago desde esta ciudad, pues cumplen así con la distancia mínima recorrida a pie (100 kilómetros), para conseguir la acreditación de la Compostelana.
Caminamos muchos y en fila ascendiendo por el estrecho sendero, alumbrándonos con la luz de linternas, imaginé que podíamos formar la imagen de una procesión de almas en pena portando antorchas y gruesos cirios de cera vagando eternamente en la oscuridad. A Santa Compaña.

Son muchas las aldeas que se visitan durante el recorrido en esta jornada y muy cercanas entre sí. La primera de ellas al cabo de 3 km. As Paredes, es como lo dominamos en el Sur, una "cortijá", dos o tres viviendas rodeadas de campos cultivados. A continuación, a un kilómetro escaso,Vilei, un poco mas grande, con infraestructura urbana y con algún que otro bar.

 
Tras 800 metros, Barbadelo, que pronto se deja atrás. Se suceden Rente y A Serra, tras cruzar la carretera LU-5709.





Se abandona el asfalto para continuar ahora por un paraje mas bonito. Enormes y frondosos arboles forman un corredor tapizado de hojas caídas. Caminar por este paisaje, entre arboles y niebla daba una sensación mística propia de estos lugares.









Pelegrín, mascota del año Xacobeo 93
cerca del Molino de Marzán
Tras algo mas de 2 km. marchando por este sendero, se intercepta y se cruza la carretera C-535 para pasar junto a la aldea de A Pena, a la que " a penas" se roza. En la misma orilla del camino encontré un puesto de avituallamiento sin vigilancia ninguna en el que se ponía a disposición del peregrino termos con bebidas calientes, agua, frutos secos y algunas frutas del tiempo. Se confiaba en la honestidad y buena fe del viajero para hacer uso de aquellas viandas a cambio de un donativo, si quisiese.

 El camino describe una amplia curva hacia la izquierda para avanzar de nuevo por una bonita senda delimitada por muros de piedra cubiertos de musgo.

Fotografia de Sonia Alvarez, gracias compañera.
Aldea de Cortiñas

Peruscallo, Cortiñas y Lavandeira, son otras tres aldeas muy cercanas entre sí, por las que transcurre el camino a través de ellas.


 



1,5 kms. mas adelante, entro en A Brea. Es en esta aldea donde se comienza a contabilizar los 100 kilómetros para llegar a Santiago necesarios realizados a pie que dan al peregrino derecho a recibir la Compostelana. Yo me quise inmortalizar junto a un falso mojón que indica esta distancia, el verdadero que se encuentra unos pocos metros mas adelante, presentaba una imagen muy lamentable, merced a las huellas que los peregrinos han dejado sobre él, al paso por este punto.

Continua la sucesión de pequeñas y algunas minúsculas localidades, aproximadamente a 1 kilómetro de separación entre ellas, algunas con una distancia aún menor.
Morgade, primera aldea del Concello de Paradela, tras dejar atrás el Concello de Sarria. Ferreiros y a continuación comienza un camino asfaltado para llegar a Mirallos, en donde se encuentra el bonito y diminuto edificio de la iglesia románica de Santa María de Ferreiros rodeada por su cementerio local.


Siguen las localidades de A pena (curioso, se llama igual que la anterior aldea a orilla de la carretera), As Rozas. El sendero vuelve a ser de tierra cubierto por hojas secas, en el margen izquierdo de este , me topé con una cruz de madera rodeada con alambre de espino en la que los peregrinos a su paso habían depositado toda clase de objetos personales y escrito mensajes en las piedras que sustentan esta cruz.
 Se dice que:

      El Camino da experiencias al peregrino y este a cambio debe de dejar algo personal en él.
 
A mí aquello me pareció un vertedero.

La gente se aburre mucho

 Moimentos es otra aldea a la que se llega después de cruzar la carretera local LU-4203, le sigue Moutras en donde a su entrada encontré dos hórreos clásicos de mejor y peor construcción mas y menos conservados.
 
"culíco de vaca"


La aldea de A Parrocha en donde algunos vecinos se afanaban en aprovechar las boñigas de vaca para uso agrícola.







A escasos 1.5 kms. Vilachá, última aldea del Concello de Paradela, con un puesto de bebidas similar al que encontré varias aldeas atrás.

Después,  el camino asfaltado recorre en descenso la distancia que une Vilachá con Portomarín (2,5 km.).
Portomarín se encuentra situado sobre una ladera de un monte, junto al margen derecho del rio Miño, teniendo como referencia la dirección hacia donde transcurren sus aguas. Es un pueblo nuevo, de reciente construcción (1962), a raíz de la construcción del embalse de Belesar que anegó el viejo pueblo, para mas información, pinchar aquí.



Mi paso por este sitio, coincidió en la temporada de aguas bajas del rio Miño, en otoño, por lo que pude tomar algunas fotos desde el nuevo puente y disfrutar de de las vistas que muestran algunas edificaciones del viejo Portomarín emergiendo de las aguas.


Nada mas cruzar el puente, el viajero encuentra unas escaleras construidas sobre parte del viejo puente romano, trasladado y reconstruido piedra a piedra como uno de los accesos al pueblo.

Ayuntamiento de Portomarín
Era temprano sobre las 1 de la tarde, acerté en mis cálculos sobre la hora de llegada a este punto.
 Sentirme libre de la carga de la pesada mochila hizo que mis piernas avanzaran mas rápidas. Decidí dar una vuelta por el pueblo, vagar por sus calles y aproveché la circunstancia para sellar mi cartilla en el albergue ya que Portomarín es fin de etapa natural en el camino de Santiago.


Efectivamente sus construcciones son nuevas, sus calles rectas y paralelas entre si, formando cuadrículas perfectas. En una plaza junto al ayuntamiento esta la iglesia de San Nicolás, también trasladada piedra a piedra desde su emplazamiento anterior y de nuevo reconstruida. Desde un parque situado en un nivel superior pude contemplar unas magnificas vistas del rio.

Después del descanso tocaba continuar.
Enfilo la carretera C-535 que pasa bajo la escalinata de entrada, pero enseguida la dejo tomando un desvío a la izquierda cruzando un tercer puente que accede a las cercanas casas de O Souto. Un sendero de tierra nace en este punto, se aleja de la carretera pero sigue la misma dirección que esta, de hecho convergen de nuevo a la altura del desvío a San Mamede. Ahora se circula en paralelo, adosado a la C-535 y cruzándola en varias ocasiones por una vía de servicio peatonal. Pasé frente a una enorme fabrica de ladrillos abandonada y mas adelante junto a la fachada de una fabrica de abonos y compuestos químicos.








 
Bar- albergue de Gonzar
Cubierta la distancia de 5 km., llego a Gonzar. A pesar de contar con albergue y otros servicios, me pareció mas un lugar de paso que de estancia. En mi planificación de esta etapa, Gonzar iba a ser el punto donde acabaría ese día, pero en vista de lo aventajado respecto al horario previsto opté por seguir un poco mas, así que recuperé mi mochila que el porteador dejó en el bar, y por no parecer descortés tomé una caña de cerveza (sin tapa) que me sirvió de almuerzo.


Cementerio de O Hospital






Otra vez con la casa a cuestas y de nuevo caminando por el andadero junto a la carretera evitando el incomodo asfalto, pasando por Castromaior y O Hospital donde a la salida de esta localidad hube de interpretar las indicaciones para sortear un intrincado cruce de varias carreteras con paso elevado, rotonda y desvíos por todos lados. Al final, sin estar seguro que rumbo seguir opté (con acierto) por una pista asfaltada delimitada por un arcén de tierra, la cual ya no abandonaría hasta el término de esta etapa y por la que continuaría al día siguiente durante bastantes kilómetros.


Visito así las últimas aldeas de esta larga jornada, Ventas de Narón, A Prebisa, Lameiros, Ligonde, en donde un camino muy estrecho casi cerrado en abundante vegetación, ataja una amplia curva que la carretera describe poco antes de llegar a Airexe, punto final de ese día.

Albergue de Airexe
El albergue de reciente construcción esta al paso de los peregrinos al borde mismo del camino. Según la guia del camino este albergue cuenta con 20 plazas, pero cuando yo me alojé en el eran muchas mas pues las literas estaban apiñadas unas con otras, sin apenas espacio entre ellas, y todas ocupadas. Un poco incómodo, pero Mª. Paz su hospitalera era una señora encantadora, amable, risueña y muy servicial con los peregrinos.


A la caída de la tarde, poco antes de acostarme me entretuve viendo como un ganadero daba de beber a sus vacas en una fuente con un largo abrevadero justo enfrente del albergue, y yo sin batería en la cámara.

Cruceiro


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